Si alguien asegura hace no mucho que Italia llegaría a las semifinales de la Eurocopa tras superar una tanda de penaltis a nadie le hubiera extrañado. Se hubiera apelado a la tradicional suerte de los transalpinos en la fatídica tanda. Sin embargo, si además se hubiera dicho que esa Italia llegaría a la penúltima ronda del torneo jugando al fútbol, intentando tocar y ser ofensivo, muchos se hubieran quedado boquiabiertos.
Y es que desde que Prandelli está en el banco de la 'azzurra' le ha dado a la selección un nuevo aire, un nuevo espíritu. El tradicional 'catenaccio' ha pasado a mejor historia. Con Pirlo dirigiendo y ordenando desde el medio, los jugadores italianos intentan ahora combinar, jugar por banda y buscar huecos. Todo eso sumado a la velocidad que ha caracterizado su juego ofensivo y a la intensidad defensiva.
De ese modo, el físico ha pasado a un segundo plano y la calidad táctica y técnica empieza a primar en el once italiano. Jugadores como Pirlo, Giovinco, De Rossi o Montolivo saben cómo combinar y jugar por bajo. Ellos son los generadores de juego que permiten que Cassano y Balotelli reciban balones en buenas posiciones, con disposición de disparar a puerta o encarar a los defensores con ventajas.
El más claro ejemplo de este cambio de mentalidad lo pudimos observar en cuartos de final ante Inglaterra. Durante los 120 minutos de partido -prórroga incluida- los italianos les dieron a los ingleses una lección de cómo manejar un partido del deporte que ellos inventaron hace dos siglos. A los puntos, como se diría en boxeo, los transalpinos hubieran sido ganadores del combate. Por suerte para ellos, esta vez los penaltis hicieron justicia con lo visto en el campo y pasaron a semifinales.
Sin embargo, los alemanes saben todo esto. Joachim Löw, seleccionador teutón, sabe que se va a encontrar con una selección dispuesta a pelearle la posesión de balón y a la que no va a ser fácil hacerle ocasiones. A buen seguro que el técnico germano tomó buena nota de las dificultades que tuvo España para llegar hasta Buffon. Habrá que esperar, eso sí, si Prandelli apuesta por un cambio de sistema, como hizo ante la 'Roja', y sorprende a los alemanes como hizo con los españoles.
En cualquier caso, pase lo que pase, en la imaginación de todo el mundo cabe un partido vistoso, con alternativas de balón y con un gran duelo táctico entre Prandelli y Löw. Salvo este último punto, hasta hace pocos años no se podía decir en la previa de una partido de Italia que se esperaba que fuese un partido bonito, con ocasiones y fútbol de ese que enamora al espectador.
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