Cuando el Real Madrid no ganaba títulos había rumores de que Iker Casillas y Cristiano Ronaldo no se llevaban bien. Que uno era el líder del grupo español del vestuario y el otro comandaba al clan portugués. Ahora que los blancos han vuelto a ganar la Liga, de esos rumores no queda nada.
Los dos son líderes de su equipo y los dos se verán las caras este miércoles en Donetsk en el España-Portugal, la primera semifinal de la Eurocopa 2012. Están hartos de entrenar juntos, pero ahora se verán frente a frente: uno querrá alcanzar el Pichichi y el Balón de Oro. El otro buscará evitarlo por todos los medios.
Cristiano, ídolo y clave en Portugal
Cristiano pasó desapercibido en el primer partido de la Eurocopa ante Alemania, pero dejó huella a partir del segundo, aunque no marcó. Ayudó a que sus compañeros vencieran a Dinamarca 3-2, un resultado que les permitiría depender de ellos mismos en los siguientes partidos.
Se destapó contra Holanda, cuando su país más le necesitaba. Remontó el gol inicial de los 'orange' con dos golazos que metieron a Portugal en cuartos de final y también hizo el único gol del partido ante la República Checa que catapultaba a los lusos a pelear en semifinales. El capitán, el ídolo, el jugador decisivo. El mejor delantero del torneo.
Sus números no dejan lugar a dudas: ha disparado catorce veces entre los tres palos y quince veces fuera. 29 tiros en total, más de siete por partido (por supuesto es el que más remata del campeonato). Ha hecho tres goles, como Mario Gómez, Dzagoev y Mandzukic, y amenaza con llevarse el Pichichi. Es el gran peligro de Portugal y conoce a Casillas como nadie, aunque Toni Grande ha asegurado que España no cambiará su estilo por la presencia de la estrella lusa.
Casillas, capitán y sustento de España
Lo de Casillas no es para menos. Cierto es que el portero español es al que menos han disparado de todo el torneo, pero no lo es menos que cuando su concurso ha sido necesario allí ha estado.
España defiende tan bien que sólo ha recibido 25 remates entre los cuatro partidos. Apenas son llegadas por encuentro. Y un sólo gol en contra, comparados con los cuatro que han recibido Alemania y Portugal.
Pero lo más importante es que Casillas está cuando se le necesita. Metiendo una mano imposible a Di Natale en el primer partido, sacando un balón a Rakitic cuando ya se cantaba el gol de Croacia o mandando a córner una falta botada por Cabaye en la única ocasión de Francia. Todo un seguro de vida.
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