La República Checa se cerró desde el primer minuto para no dejar huecos a Portugal. Gebre Selassie, siempre pendiente de Cristiano Ronaldo, subió una vez, que fue una de las pocas opciones lusas en toda la primera parte. No volvió a hacerlo. Los chcecos sabían perfectamente cómo hacer daño a un equipo, el de Paulo Bento, que no salió a por el partido como hizo cuando Holanda les hizo el 1-0, sino que contemporizó y se complicó el choque, esperando hasta los últimos minutos para ganarlo.
El centro del campo luso no funcionaba, no creaba, jugaba a un ritmo bajísimo y los checos no tuvieron mayor problema en mantener su portería a cero. Tampoco ellos presentaron mucha batalla además de un buen comienzo de partido, tras el que retrocedieron para acompañar a Cech. La lesión de Helder Postiga, sustituido por Hugo Almeyda, al filo del descanso fue un jarro de agua fría para su equipo.
Cristiano Ronaldo hizo todo lo que Portugal ofreció en ataque durante los primeros 45 minutos. Una jugada por la izquierda que llevó la inquietud a Cech; una chilena a la media vuelta que se le marchó fuera, aunque le habían señalado falta y un disparo al poste cuando el reloj marcaba el minuto 45, tras una gran acción en el interior del área. El resto de su equipo, desaparecido en posiciones adelantadas.
Portugal se va a por el partido
El paso adelante de Portugal no tardó en llegar tras el descanso. Cristiano lo intentó primero a balón parado, estrellando su segundo balón en la madera y confirmando que es el jugador que más veces dispara a puerta de la toda la Eurocopa. Después fue Nani desde lejos y también Almeyda, a quien le anularon un gol correctamente por fuera de juego. Pero los checos ya estaban completamente encerrados en su área y el gol era cuestión de tiempo.
Moutinho también se animó, obligando a Cech a hacer una gran parada, Meireles disparó alto tras una dejada (otra vez) de Ronaldo y asistió en otra aNani, que se plantó sólo delante del portero y su tiro acabó en córner. Los checos, mientras, descontaban los minutos que faltaban para llegar al tiempo reglamentario, conscientes de su inferioridad.
Pero cuando faltaban doce minutos para el final del partido, una incorporación de Moutinho por la derecha con un centro medido al borde del área pequeña lo aprovechó CR7 para adelantarse a su marcador y rematar de cabeza picado para que Cech no pudiera hacer absolutamente nada. Era el gol que hacía justicia a un planteamiento caduco de los checos y que premiaba a quien más lo buscó, que no fue otro que Cristiano Ronaldo.
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