Fabio Aru, otro "Tiburón" que se convirtió en la revelación de la Vuelta

  • El italiano Fabio Aru ha sido la revelación de la Vuelta y con 24 años, el ciclista sardo ya está en la elite, merced a los resultados obtenidos esta temporada, entre ellos el tercer puesto en el Giro y el quinto en la Vuelta, donde ha ganado dos etapas en pugna con los mejores del mundo.

Santiago de Compostela, 14 sep.- El italiano Fabio Aru ha sido la revelación de la Vuelta y con 24 años, el ciclista sardo ya está en la elite, merced a los resultados obtenidos esta temporada, entre ellos el tercer puesto en el Giro y el quinto en la Vuelta, donde ha ganado dos etapas en pugna con los mejores del mundo.

Aru, ciclista sardo nacido en San Gavino Monreale, lloró de rabia en 2011 en Gaiole in Chianti, en una prueba de la Toscana, y de alegría en San Miguel de Aralar en la Vuelta 2014. En la primera perdió la victoria por una avería a 300 metros de meta. En la segunda se confirmó como algo más que una promesa ante rivales como Contador o Froome.

Aquella derrota la olvidó con un triunfo más tarde en Aosta, donde su actuación no escapó los ojos de lo técnicos del Astana. Ahí llegó el inicio de su despegue, con la tutela de la escuadra kazaja, donde dos personas le marcaron el camino desde el primer minuto: sus compatriotas Paolo Tiralongo y su fiel reflejo, Vincenzo Nibali, el "Tiburón" ganador del Tour de Francia.

En un equipo plagado de italianos, Aru explotó antes de los previsto. Su talento y actitud le permitieron abrirse paso. Y en 2014 le llegó el momento de presentarse en sociedad. En el Giro de Italia termina tercero, firmó una gesta en la etapa de Plan de Montecampione y fue segundo en el Monte Grappa.

Pero ese tercer puesto no le resultó suficiente al ciclista sardo, pues se apuntó a la Vuelta. El chaval tímido que admira a Alberto Contador y del que a su vez habla maravillas el madrileño, ha vuelto a sorprender en la ronda española.

Su timidez fuera de la carrera se refleja en una frialdad y capacidad de calculo que mezcla con un innato espíritu ofensivo. Una voracidad que le asemeja al propio Contador y a su amigo y jefe de filas Vincenzo Nibali.

En San Miguel de Aralar logró la etapa con un ataque sin mirar atrás, de esos cargados de confianza en lo que uno hace. Y esa ofensiva la repitió en Monte Castrove, ante la mirada de los favoritos que le han precedido en la general.

También estuvo entre los grandes en las etapas reinas de La Farrapona y Ancares. No fue un casualidad. Se trata de una rebelación para el presente del ciclismo.

"Me sorprendió en el Giro por su forma de correr y me recordó a mi. Creo que será una figura". Palabra de Alberto Contador.

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