Fernández "saldría corriendo" si el Dépor no fuera "empresa de sentimientos"

  • Después de haber relevado a Lendoiro en la presidencia del Deportivo hace dos semanas, Tino Fernández ultima su primera misión, un acuerdo con Hacienda que garantice la supervivencia del club y un futuro que afronta con ambición, pero consciente de que tendrá que pagar un peaje por los excesos pasados, de los que se declara "cómplice".

Carlos Alberto Fernández

A Coruña, 7 feb.- Después de haber relevado a Lendoiro en la presidencia del Deportivo hace dos semanas, Tino Fernández ultima su primera misión, un acuerdo con Hacienda que garantice la supervivencia del club y un futuro que afronta con ambición, pero consciente de que tendrá que pagar un peaje por los excesos pasados, de los que se declara "cómplice".

En el despacho que alumbró las noches de su antecesor 25 años, ahora con la luz de un día de pleno invierno e iluminación cenital, con un teléfono inteligente y una tableta sobre la mesa que chocan en un espacio decorado hace décadas, admite a EFE que si el Deportivo fuera una empresa convencional, "seguramente saldría corriendo" con los números que hereda.

"Pero tiene ese gran motor que es la ilusión de la gente, es una empresa de sentimientos, hay mucha energía en su entorno, mucha ayuda de personas muy importantes a cambio de nada, y eso no pasa en cualquier otra actividad", argumenta el propietario de la consultora tecnológica Altia.

Tras cerrar una carpeta con contratos, recuerda que fue "entre finales de septiembre y principios de octubre" cuando decidió presentarse como alternativa a Augusto César Lendoiro, que llevaba 25 años en el cargo y unas semanas antes le había ofrecido "formar parte de su consejo".

En aquella cumbre, constató que el veterano dirigente "solo pretendía hacer pequeños ajustes, pero ningún cambio en profundidad" y se animó a competir por la presidencia.

Lendoiro, al que Tino llama Augusto, no estaba habituado a tener oposición, pero con el club en concurso de acreedores, surgieron hasta cuatro candidatos.

"Creo que tendríamos haber salido antes. Los 25 años de Augusto tienen una nota favorable, pero en los últimos puso el piloto automático en la gestión y el modelo daba síntomas de agotamiento, de una cierta falta de rigor en lo económico", explica.

De aquellos años, se siente, incluso, "cómplice" porque él, uno de los máximos accionistas del club (0,97%), delegó sus acciones a Lendoiro "hasta 2012".

De esa etapa queda una deuda superior a 160 millones de euros y seis títulos. "Gastando ese mismo dinero hay mucha gente que no consigue nada y eso es un mérito. Pero también puede haber mejor gestión", sostiene Tino.

"Ahora vamos a quedar hipotecados muchísimos años. Vamos a tener que pagar lo que gastemos en los próximos años y parte de lo que se gastó en los anteriores. Vamos a seguir pagando aquellas fiestas o aquellos títulos durante muchos años y todos somos responsables. No escurro el bulto", añade.

Tino Fernández, que el pasado sábado presidió por primera vez el palco de Riazor, cree que el club debe aumentar "los ingresos que se producen en el campo", ser como el "Athletic", que tiene "lista de espera de socios", y también los beneficios "comerciales", donde "hay bastante por hacer", como "actuar en muchos más mercados".

Eso tendrá que esperar. Ahora mismo todos sus esfuerzos están centrados en el convenio de acreedores con Hacienda, a la que el Deportivo debe casi 100 millones, y los bancos.

"Para la Agencia Tributaria somos un NIF y tenemos que pagar como cualquier otro contribuyente. Evidentemente, pedimos lo mismo que otras empresas en concurso a las que se les hace un plan de reestructuración", señala.

Espera, en "siete, ocho, diez días, no más", cerrar el acuerdo con el Fisco y los bancos. "Malo será que no se pueda dar", matiza con una expresión a la gallega y sin soltar prenda sobre si el crédito privilegiado incluirá quita.

"No lo voy a decir. He propuesto muchas cosas. Esto al final es como elaborar una comida. Hay unos ingredientes y hay que hacer un plato. Aquí hay quita, años, garantías, supervisión y control, una ampliación de capital que puede haberla o no, y al final tienes que combinar esos elementos y ver cuál es la solución perfecta", dice.

En el campo, el equipo es el líder de Segunda y "ascender es necesario cuanto antes", pero el dirigente matiza: "En este momento es más importante tener una buena hoja de ruta económica y financiera".

"Salir mal parados de esta negociación o no llegar a un acuerdo sería mucho peor que no ascender", justifica antes de ponerse en el peor de los escenarios, que Hacienda no pacte: "Sin acuerdo, la liquidación inmediata no es, pero habría que ponerse a vender el club de un día para otro".

Él se ve "muchos menos años" que Lendoiro al frente del club y asume que "el plan económico" lo completarán "uno o dos presidentes" más.

Tino tiene entre manos hacer una auditoría del club, pero está "seguro" de que no va a detectar "una salida de dinero a un paraíso fiscal ni nada por el estilo".

Y entretanto, no se pondrá "ningún límite en la competición": "Soy ambicioso y tampoco vengo para estar en Segunda. Me gusta la Primera, la Champions y lo mejor, como a casi todos".

El fin último es volver a obrar un milagro como el del Superdepor: "Con lo que hay ahora mismo, pues no es posible, pero con plazos más largos, todo se andará. Hace diez años jugamos una semifinal de Champions".

"Pero esta vez lo tendremos que hacer de una manera distinta porque, el que nos vayan a prestar mucho dinero o que nos dejen deber mucho dinero o nos financiemos sobre el no pagar y el incumplimiento de unas normas tributarias, va a ser que no. Ahora bien: imposible, no hay nada", concluye. EFE

1010152

Mostrar comentarios