Fernando González, listo para el duelo contra Roddick en octavos del Abierto de Australia

Melbourne (Australia).- La ronda de octavos de final del Abierto de Australia ha dejado marcado un duelo espectacular entre el chileno Fernando González, finalista en 2007, y el estadounidense Andy Roddick, semifinalista el pasado año, que no causa temor al tenista de Santiago, cuya frase "ya estoy en carrera y ahora hay que seguir", define claramente cuáles son sus objetivos.

González ya está en octavos y a un paso de los cuartos de final, una ronda que ya conoce de todos los grandes que ha disputado. Pero hoy acabó cansado y dolorido de sus rodillas, a las que tuvo que aplicar hielo durante su partido contra el kazajo Evgeny Korolev, el primero de esta nacionalidad en lograr la tercera ronda de un grande, y al que derrotó después de tres horas y 22 minutos por 6-7 (5), 6-3, 1-6, 6-3 y 6-4.

Fue una prueba de fuego para el chileno que en las dos rondas anteriores se había sentido relativamente cómodo ante el belga Olivier Rochus y el turco Marsel Ilhan.

Roddick mientras acabó con el talentoso jugador español Feliciano López, por 6-7 (4), 6-4, 6-4 y 7-6 (3), con solo 21 errores no forzados, una muestra de que el ganador del torneo de Brisbane está fino.

En la pista dos, con treinta grados centígrados y un día gris y con mucha humedad, González sufrió para vencer a Korolev, a quien ya había derrotado en dos de las tres ocasiones en las que se han enfrentado con anterioridad, y a excepción de la última en Roma en 2008, siempre con problemas.

También sufrieron los seguidores, sus compatriotas, que González suele congregar en las pistas y que llenan de rojo las gradas, ya que varios de ellos fueron desalojados de la pista. Antes habían sido revisados, la seguridad les quitó una bandera que proyectaban desplegar, y al final les sacaron escoltados.

La razón de estas medidas viene porque en el partido anterior contra Ilhan, los aficionados encendieron una bengala al final, y la prensa local aireó este hecho magnificándolo, de tal forma que las medidas de seguridad se han extremado, colocando incluso oficiales que hablan varios idiomas para controlar más cualquier tipo de desmadre.

La batalla de hoy en la pista dos fue más dura porque el jugador kazajo ofreció una gran resistencia, con un tenis rocoso, con saques ajustados y un empeño en dar la sorpresa palpable. González recurrió a todo, a un buen ejercicio con su saque, que al final le reportó ó 20 directos, y a mortíferas dejadas con las que intentó desquiciar a su rival

"Lo importante es que gané, y por eso me siento contento", dijo González. "El es un jugador incómodo, pensé que iba a fallar más, pero me sacó de la posición muchas veces, y yo sentí que no me hacia con él. Afortunadamente pude aprovechar mi oportunidad en el quinto donde estuve más fino con mi servicio y hacerme con el partido", expresó.

"Fue una sensación muy incómoda, porque obviamente estaba cansado y con molestias físicas, pero no gano nada con quejarme, son muchos los jugadores que sufren más molestias", dijo. "Hacía mucha calor y humedad, pero es parte de lo que hago", añadió.

"Roddick es un gran jugador, muy experimentado y seguro que voy a tener que jugar un mejor tenis si quiero ganarle. Pero ahora tengo dos días para recuperarme. Nos conocemos mucho y tiene un récord positivo contra mi", dijo sobre el ex número uno del mundo.

"La ultima vez, en el US Open, me pasó por encima, pero todos los partidos son distintos. Tiene mucha ventaja con su saque, cuando le va bien, y luego te pone mucha presión cuando uno saca", añadió.

Roddick domina a González 8-3 en sus enfrentamientos (6-3 en pista dura), entre los que figura uno de la primera ronda en Melbourne hace seis años. En el último, en la cuarta ronda del Abierto de EE.UU. en 2008, el estadounidense venció en tres sets.

"Es un jugador peligroso", comentó el de Omaha. "Agunos días sale a la pista y es como si jugara 'ping-pong' de la forma en la que mueve la bola. Será un partido totalmente diferente de estos dos últimos".