Ferreiro: "Miras equipos y sus objetivos y da miedo, pero no podemos tenerlo"

Lugo, 16 jul.- El centrocampista David Ferreiro, que hoy se estrena con el Lugo, ha reconocido a Efe que esta temporada asusta la Liga Adelante por el "nombre de los equipos y sus objetivos", si bien advirtió de que el conjunto gallego no puede sentir temor.

"Miras los equipos, los nombres que tienen, sus objetivos y da miedo. Pero no podemos tener miedo a nadie", comentó el jugador orensano, natural de Baños de Molgas, en declaraciones a Efe.

El jugador rojiblanco indicó que "hay muchos equipos que tienen en mente subir, que están deseando conseguirlo" y pronosticó que "va a ser mucha competencia" para el Lugo, que, por su parte, "está creciendo a pasos agigantados".

"Es un club humilde que quiere alcanzar algo importante", apuntó el centrocampista, quien señaló que los jugadores que se han incorporado al equipo esta temporada tienen que "aportar como los anteriores o incluso más".

Él aportará "humildad, trabajo y sacrificio" porque es "un jugador de equipo" que llega al conjunto lucense a "disfrutar del fútbol".

"El Lugo se está ganando un respeto; por la forma de jugar me atrae mucho. Es fiel a su batuta y es una de las cosas principales por las que llego aquí", admitió.

Ferreiro afirmó que ha negociado dos años de contrato con el Lugo porque "necesitaba estabilidad" después de muchos años fuera de Galicia.

"Hace seis o siete años que me tuve que buscar la vida fuera y ahora estoy en mi tierra, cerca de mi casa y espero que me salga todo bien", deseó.

Después de haber podido evitar en las últimas temporadas los descensos del Racing de Santander y el Hércules, el centrocampista abogó por "ir paso a paso" este curso.

"El Racing y el Hércules eran dos equipos grandes que aspiraban a lo máximo, al ascenso, y no salió como esperábamos", expuso.

Del vestuario del Lugo ya conocía a Carlos Pita y a Fernando Seoane por haberse enfrentado a ellos, y a De Coz y el capitán Manu, con los que coincidió en anteriores etapas.

Con Manu compartió banquillo unos meses en el Ourense, equipo que este verano descendió administrativamente a Tercera, donde no competirá, y que se encuentra en vías de disolución.

"Tengo muchos amigos en el Ourense y estoy fastidiado porque no se lo merecían. La ciudad tenía que tener un equipo en Segunda B y lo han dejado morir. Es una pena y ojalá vuelva pronto a tener un club a ese nivel", concluyó.