Ferrer firmó la mejor campaña de su carrera en el año del adiós de Ferrero

  • El año 2012 será inolvidable para los dos mejores tenistas de la historia de la Comunidad Valenciana, ya que mientras David Ferrer firmó la mejor temporada de su carrera, Juan Carlos Ferrero se despidió como profesional en el Valencia Open 500, un torneo que este año obtuvo la renovación de su licencia.

Sergio Morro

Valencia, 23 dic.- El año 2012 será inolvidable para los dos mejores tenistas de la historia de la Comunidad Valenciana, ya que mientras David Ferrer firmó la mejor temporada de su carrera, Juan Carlos Ferrero se despidió como profesional en el Valencia Open 500, un torneo que este año obtuvo la renovación de su licencia.

Ferrero, el segundo tenista español que logró encaramarse al número uno de la clasificación mundial, puso fin en noviembre a catorce años de carrera, iluminados por grandes logros como el de la conquista de Roland Garros o la primera Copa Davis de España, aunque ensombrecidos por las constantes lesiones que le lastraron.

El jugador valenciano se retiró con 32 años y un palmarés de dieciséis títulos individuales, entre los que destaca el de Roland Garros de 2003, año en el que se hizo con el número uno mundial durante ocho semanas, tras alcanzar la final del Abierto de Estados Unidos, que perdió ante Andy Roddick.

Además ostenta tres Copas Davis, aunque en la retina de la afición siempre quedará la consecución de la primera, en el año 2000 en Sevilla, con el golpe de paralelo que le dio el triunfo ante el australiano Lleyton Hewitt y que supuso la primera 'Ensaladera' para el tenis español.

En octubre de este año, en su torneo, el Valencia Open 500, 'El Mosquito' jugó su último partido individual y el destino quiso que lo hiciera ante Nicolás Almagro, su compañero de entrenamiento en su último año y que será su pupilo en 2013.

Además, contó en un acto ceremonial con el apoyo del tenis nacional y mundial, con la presencia en el Ágora de Rafael Nadal, el capitán español de la Copa Davis, Álex Corretja, o de su socio y amigo David Ferrer, entre otros muchos.

Precisamente Ferrer le haría su homenaje particular tras ganar el título en Valencia, sexto de la temporada, que además sirvió de preámbulo al gran triunfo de su carrera, ya que apenas una semana después ganaría en París su primer Masters 1000, un torneo que ningún jugador español había sido capaz de ganar.

El jugador de Jávea acabó el año como el tenista del circuito con más victorias y por primera vez en una misma temporada consiguió alcanzar al menos los cuartos de final de los cuatro grandes torneos, en los que llegó, con la semifinales en Roland Garros y el Abierto de Australia.

Además, ante la ausencia durante gran parte de la temporada de Rafa Nadal, Ferrer se erigió en el referente del tenis español y cumplió con creces como número uno del equipo de Copa Davis, que perdió en la final ante la República Checa, en la que David sumó los dos puntos que disputó.

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