Se confirma: la final de la Libertadores se celebra en el Bernabéu el 9 de diciembre

  • La Conmebol solicitó horas antes que el estadio del Real Madrid fuera la sede del encuentro entre River Plate y Boca Juniors.
Estadio Santiago Bernabeu
Estadio Santiago Bernabeu
EUROPA PRESS - Archivo

El Tribunal de Disciplina de la Conmebol ordenó este jueves la reprogramación del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2018, y castigó a River Plate con dos partidos a puerta cerrada a partir del 2019 y el pago de una multa de 400.000 dólares.

"Ordenar al departamento de Competiciones de Clubes de la Conmebol la reprogramación del partido final de vuelta de la Conmebol Libertadores 2018 entre el Club Atlético River Plate vs. Club Atlético Boca Juniors", dice el segundo punto de la resolución expedida este jueves por el Tribunal de Disciplina. Además del fallo para River Plate, el Tribunal de Disciplina emitió uno para Boca Juniors, en el que no dio lugar a lo solicitado por el club xeneize. Al igual que en el caso del fallo de River, Boca también podrá recurrir en los próximos siete días.

Poco después de anunciarse las determinaciones del Tribunal de Disciplina de la Conmebol, el presidente de la entidad, el paraguayo Alejandro Domínguez, confirmó que el partido se jugará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid el domingo 9 de diciembre. La sanción a River, que no entrará en vigor hasta 2019, sólo permitirá que entren a la cancha un máximo de 70 miembros de River, que incluye a jugadores, cuerpo técnico y personal médico, además de oficiales y directivos del Club.

A ellos podrán unirse 20 directivos, como máximo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y periodistas acreditados. A eso se suma una multa de 400.000 dólares de sanción, que se descontarán de los montos que reciba por derechos de televisión.

El presidente del club, Daniel Angelici, prometió agotar todas las vías dentro de la Conmebol e incluso recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

El partido de la final de la Copa Libertadores debió jugarse el sábado pasado pero un ataque violento de fanáticos al autobús que llevaba a los jugadores de Boca al estadio Monumental provocó en principio el aplazamiento del partido para el domingo, y luego la negativa de los visitantes a jugar más, incluso su pedido para ser proclamados campeones en los despachos.

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