Freire puede hacer historia en un mundial que se presta a las sorpresas

  • Redacción deportes.- El español Oscar Freire es el candidato a batir en el Mundial de fondo en carretera que se disputa mañana entre las localidades australianas de Melbourne y Geelong, ya que de conseguir el oro se convertiría en el primer corredor en la historia en lograr cuatro títulos en esta modalidad.

Freire es el primer español que gana la París Tours
Freire es el primer español que gana la París Tours

Redacción deportes.- El español Oscar Freire es el candidato a batir en el Mundial de fondo en carretera que se disputa mañana entre las localidades australianas de Melbourne y Geelong, ya que de conseguir el oro se convertiría en el primer corredor en la historia en lograr cuatro títulos en esta modalidad.

Freire es consciente de que tiene una oportunidad única y por ello será la referencia de sus rivales en el kilómetro cero de la carrera, que tendrá como siempre algo de lotería. Pero los que salen con la vitola de favoritos son los que marcan la pauta que, en algunas ocasiones, aprovechan otros que no están en ese ránking de candidatos a ponerse la camiseta arco iris.

En esa lista de principales rivales de Freire está el belga Philippe Gilbert, un corredor que se defiende perfectamente en las grandes clásicas y al que sus rivales, según declaraciones hechas estos días tras inspeccionar el trazado, le dan más favorito que al español.

Gilbert no descarta a Freire para el título, pero siente más temor ante otros corredores como los australianos Cadel Evans, que defiende el título y en esta ocasión está arropado por su público, y Allan Davis, que son dos grandes especialistas en clásicas largas y conocen como la palma de su mano los recovecos que tiene prueba.

Junto a Freire, Gilbert, Evans y Davis, corredores "clasicómanos" como el noruego Thor Hushovd, el suizo Fabian Cancellara, los italianos Filippo Pozzati y Giovanni Visconti, el estadounidense Tyler Farrar, el británico Mark Cavendish, el ruso Alexandr Kolobnev y el alemán André Greipel son los que más cuentan.

No obstante, los favoritos se han curado en salud y si antes coincidían en señalar que el ganador saldría de una llegada masiva, tras los entrenamientos en el circuito coinciden en que el trazado, sin ser excesivamente duro, es complicado y engañoso.

Al margen de las grandes clásicas, espejo donde suelen mirarse los ilustres que buscan la camiseta arco iris, un mundial es diferente a las demás carreras.

En el Mundial de las antípodas las trampas están al principio, en los 85 primeros kilómetros que llevan de la salida en Melbourne hasta Geelong, donde se disputarán los 177 kilómetros restantes, en un circuito de 16 kilómetros al que tendrá que dar 11 vueltas.

El comienzo completamente llano va a obligar a las selecciones que aspiran al podio a controlar la carrera, para que las escapadas no cojan mucho tiempo.

La segunda parte de la prueba, ya en el circuito de Geelong, es más peligrosa. Aunque no son excesivamente duras, pasar las subidas en once ocasiones castiga las piernas y, además, el viento suele estar presente en esa zona, por lo que relajarse es como renunciar a los puestos de honor y por ello los que quieren el triunfo no tendrán más remedio que hilar muy fino para evitar los sobresaltos.

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