Santa Fe (Argentina), 5 jul.- La selección nacional argentina desembarcó en Santa Fe y desató una euforia que obligó a transformar su único entrenamiento a puertas cerradas en abierto al público por la gran cantidad de simpatizantes que esperaban fuera del estadio Estanislao López para ver a sus ídolos.
A la hora del entrenamiento, los seguidores de la selección pudieron acceder al estadio y muchas familias, algunas con niños pequeños, corrieron hacia las gradas para poder ver a los jugadores del equipo que dirige Sergio Batista.
Alrededor de setecientas personas desafiaron el frío a la espera de ver pasar el ómnibus que trasladaba al equipo argentino desde el predio donde se aloja hasta el estadio donde este miércoles se enfrentará a Colombia por la segunda fecha del grupo A de la Copa América.
Santa Fe, una ciudad ubicada a 466 kilómetros al norte de Buenos Aires, no está acostumbrada a recibir a la selección argentina, que disputa la gran mayoría de sus encuentros en la capital de su país.
Esa circunstancia contribuyó a que la llegada de la selección, pasado el mediodía, derivara en una fiesta para los hinchas santafecinos, que acompañaron al plantel desde el aeropuerto de Sauce Viejo hasta el hotel Club de Campo, que pertenece al club Colón.
La selección albiceleste llegó a esta ciudad con la formación confirmada, con una sola variante con respecto al equipo que debutó ante Bolivia, el ingreso de Pablo Zabaleta en lugar de Marcos Rojo que determinó que Javier Zanetti pase al lateral izquierdo.
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