Las juicios de Baldivieso sobre el equipo goleado 7-0 por Argentina en un amistoso en EEUU, causaron un terremoto en el seleccionado Verde que camina por la peor crisis de su historia.
"Si nos llama vamos a ir, pero queremos hablar con él, que nos aclare todos estos temas", afirmó el portero de Bolívar, Rómel Quiñóñez, pieza segura en el once altiplánico, citado este miércoles por el diario La Razón.
Acotó que "lo que saquemos como conclusión (en ese diálogo con el DT) se quedará dentro del grupo, como lo mencionan los códigos del fútbol, pero debe haber una explicación".
El delantero Juan Carlos Arce, también de Bolívar, señaló por separado que si es llamado por Baldivieso irá a la selección, "porque siempre di todo por mi Selección", aunque también criticó que el timonel ventilara públicamente críticas al desempeño de su equipo.
"No comparto la situación de divulgar cosas del vestuario que no se deben decir. Los jugadores somos los que entramos a la cancha, pero también hay que decir que vamos a la guerra con muy pocas armas y pese a esta dificultad siempre estamos dando la cara", aseveró.
Tras el partido contra Argentina, el seleccionador expresó públicamente su malestar porque sus jugadores, pese a la goleada, mostraban más interés por intercambiar sus casacas al concluir el partido con las estrellas argentinas como Lionel Messi.
Además, Baldivieso había sugerido, a tenor de una charla de vestuario con el capitán Raldes, la necesidad de "cambiarle el chip" a los jugadores, sumidos en sentimientos derrotistas, y volverlos a ilusionar, realizando previamente un trabajo psicológico.
Baldivieso, que dijo que no era ideal jugar ante Argentina, tildó también de 'pechos fríos' (flemáticos) a algunos seleccionados.
A causa de las críticas Raldes anunció su retiro del seleccionado y le siguió Martins Moreno, haciéndose patente el mal ambiente en el once Verde, cuando todavía Baldivieso no había expedido la nómina.
Bolivia debe enfrentar el 8 de local a Uruguay, por las eliminatorias sudamericanas para Rusia-2018 y una semana después viajar a Quito para medirse contra Ecuador.
El equipo boliviano no clasifica a un mundial, desde EEUU-1994.
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