Que a Gerard Piqué le gustan las bromas no es ningún secreto. Que muchas veces sobrepasa la delgada línea roja que separa la chanza de la broma de mal gusto, tampoco.
Si sonado fue su escupitajo en la espalda del directivo de la Real Federación Española de Fútbol, Pedro Cortés, mientras La Roja celebraba en un autobús descubierto por las enfervorecidas calles de Madrid el Campeonato del Mundo obtenido en Sudáfrica; en esta ocasión el novio de Shakira ha superado su propio listón en cuanto a gracietas se refiere, tal y como revela el diario deportivo catalán Sport.
Sin haber dado comienzo el tercer partido amistoso de la pretemporada de los azulgranas contra el Helsinki, Gerard Piqué ya se ha erigido en protagonista sin necesidad de aterrizar en tierras finlandesas. Esta vez, la ocurrencia del central culé ha sido arrojar en pleno vuelo una bomba fétida en la parte trasera de la aeronave.
Una broma que ha causado más malestar que risas entre los pasajeros que acompañaban en un vuelo de Air Europa a la expedición culé y, sobre todo, entre las azafatas de avión que no recibieron con mucho humor"el bombazo" de Piqué, ya que es la zona en la que trabajan.
De hecho, fueron las propias azafatas las que tuvieron que que ir pidiendo perdón a los pasajeros mientras intentaban reducir el mal olor con unos ambientadores. Disculpas a las que se sumaron directivos y jugadores del Barça, avergonzados por la bromita de su empleado y compañero.
Así, entre olores nauseabundos y gracietas sin gracia, el vuelo aterrizo en Helsinki donde en la noche del sábado el FC Barcelona se enfrenta al equipo local en el tercer partido de pretemporada de los de Luis Enrique.
Presumiblemente, Piqué será titular. Esperemos que no tire bombas fétidas mientras defiende los córners.
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