Heidfeld, el último palo en la rueda de De la Rosa

  • Pedro Martínez de la Rosa volverá en Singapur a la triste rutina de ver un gran premio por la tele, una realidad que tenía olvidada en 2010. Alejado del olor a gasolina, podrá contemplar las evoluciones de su sustituto, Nick Heidfeld, el hombre que le ha dejado sin volante en la escudería Sauber. Su despido, anunciado el 14 de septiembre, fue el colofón a una temporada que pintaba muy bien en invierno y que ha acabado en una gran decepción. Una más en la trayectoria del piloto español.
Pedro Martínez de la Rosa, por delante de Nick Heidfeld en 2006
Pedro Martínez de la Rosa, por delante de Nick Heidfeld en 2006
lainformacion.com
Jorge Ramírez Orsikowsky

Es indudable que De la Rosa no ha cumplido con lo que se esperaba de él. En 14 carreras sólo sumó 6 puntos, todos ellos fruto de su séptimo puesto en el GP de Hungría, en su circuito talismán. Allí, en 2006, subió al segundo escalón del podio en la mejor actuación de su carrera. El Sauber es un monoplaza muy poco fiable y ha provocado la mayor parte de sus abandonos, pero el catalán se queda sin excusa al ver que su compañero, el japonés Kamui Kobayashi, ha sumado 21 puntos, más del triple que él.

El sustituto de De la Rosa es Nick Heidfeld, un piloto que también sabe lo que es sufrir para hacerse un hueco en el gran circo de la Fórmula 1. Como De la Rosa, nunca ha ganado una carrera en la máxima categoría del automovilismo, aunque su currículo es bastante más llamativo. Lleva 12 podios en 168 carreras por uno de De la Rosa en 73 grandes premios. La diferencia en puntos es igual de notable, 219 del germano por 29; y la de carreras puntuando, más de lo mismo, 61 por 12.

En honor a la verdad, también es cierto que Heidfeld ha tenido a su disposición mejores coches que De la Rosa, que sólo pudo disfrutar media temporada de un competitivo McLaren. Nippon Ichi ("Número 1 de Japón"), que es como se conoce a De la Rosa desde sus días de gloria en el Lejano Oriente en categorías inferiores, tuvo que pelearse con 'bólidos' como el Arrows y el Jaguar, bastante mediocres, mientras que Quick Nick ("Rápido Nick") ha tenido más suerte, al poder pilotar con Sauber (cuando era más fiable), Williams y BMW, equipos de renombre que compensaron sus duras experiencias con Prost y Jordan.

Un lince para evitar los accidentes

Heidfeld tiene un récord que sirve para hacerse una idea de su estilo de pilotaje. Estuvo 41 carreras sin abandonar, desde Indianápolis 2007 a Singapur 2009. Es un ejemplo de fiabilidad germana. Arriesga poco al volante, tiene un sexto sentido para evitar los líos en las salidas y cuida bastante el motor de su coche. De la Rosa también es un piloto reconocido por su buen trato del motor y los neumáticos, pero, además, en la pista es más valiente, arriesga más en los adelantamientos. Algo que debería premiarse en un deporte entendido como espectáculo, pero al final lo que cuentan son los puntos.

Hay otro motivo que ha llevado a Sauber a cambiar a De la Rosa por Heidfeld. El alemán ha sido probador de los neumáticos Pirelli, la marca que en 2011 calzará a todos los equipos. La experiencia del teutón podría ser muy importante para que Sauber tome la delantera a sus rivales en la configuración del coche del año que viene. Podían haberlo fichado para 2011, pero Peter Sauber ha preferido que Heidfeld se adapte al coche cuando antes.

De la Rosa, para entonces, tendrá que haberse buscado otro equipo. Su capacidad para desarrollar coches todavía es muy apreciada en el paddock, pero el español ya no está dispuesto a ser un piloto de pruebas. Quiere correr y disfrutar del olor a gasolina y los subidones de adrenalina. Queda por ver si se le presenta una buena oportunidad en un equipo si no puntero, al menos de clase media, o al final tiene que bajar su listón de exigencia. Ofertas seguro que no le faltan.

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