Howard Webb, enemigo número uno del fútbol español

  • Dio por válido un gol ilegal, se tragó dos expulsiones y permitió el juego marrullero con el que Gattuso nos tiene acostumbrados. Es Howard Webb, el árbitro que ya la lió en la final del Mundial de Sudáfrica.

Mourinho saluda a Webb al final del partido
Mourinho saluda a Webb al final del partido
Óscar Rodríguez

Howard Webb volvió a demostrar que no se le da bien dirigir partidos en los que el fútbol español está representado. Todos recordamos su esperpéntico arbitraje en la final de Sudáfrica 2010, en la que España tuvo que soportar las patadas holandesas durante 120 minutos.

Aquél será recordado como el día en el que el inglés no expulsó a Nigel de Jong por una patada a Xabi Alonso que en un campeonato de kárate le habría valido para colgarse una medalla, aunque no fue la única que se llevaron Xavi, Iniesta y compañía de la compañía de mercenarios holandeses que jugaron aquella histórica final.

Pues hé aquí que menos de cinco meses después, el destino vuelve a cruzar al ínclito Webb con un equipo español y en un partido digno de los mismísimos dioses del fútbol: un Milan-Real Madrid, el partido en el que se dan cita el mayor número de Copas de Europa del mundo. Un caramelito... que al inglés se le atragantó en la tráquea.

Empezó mal. Si los españoles teníamos el mal recuerdo del inglés permitiendo las alevosas patadas de la naranja mecánica, éste se acrecentó cuando no castigó el manotazo de Abate a Cristiano Ronaldo nada más comenzar el partido. Cierto que el portugués después ejerció de actor de Broadway, pero tanto como que el defensa italiano le pagó patadas hasta en la memoria y que nunca debió terminar el partido.

Siguió peor, permitiendo a Gattuso su habitual juego subterráneo, sobre unos y otros, sobre cualquiera que pasara por allí, porque Gattuso no entiende de DNIs. Le da igual pegar a uno o a otro. Mientras no vistan con rayas rojas y negras... todo vale.

Se metió en un charco cuando no mandó a la ducha a Inzaghi un minuto después de que éste entrara en el terreno de juego por una agresión a Xabi Alonso. Empujón sin balón. Agresión. No hay paños calientes. Que no le hizo daño, que no hubo violencia... nadie le acusa de matar a Manolete. Fue una agresión y debió ser expulsado... y quedarse el Milan con nueve. Seguían once contra once.

Y rayó lo criminal cuando dio por válido el 2-1 del Milan con un Inzaghi que estaba casi dos metros en fuera de juego. Aunque en este caso tanta culpa tiene el árbitro como sus asistentes... y como la FIFA. ¿Para qué cinco árbitros en el campo si no vemos un fuera de juego de dos metros? Repeticiones instantáneas ya... aunque ésa es otra historia.

Su único punto positivo es que no se arrugó al dar cinco minutos de descuento después de que los italianos se dedicaran a perder el tiempo descaradamente tras lograr el 2-1... pero ese éxito no puede compensar los errores que acumuló durante todo el partido. Es un mal árbitro. Lo hizo penoso en el Mundial y le dieron el premio de un partidazo de Champions... ¿Para cuándo la jubilación anticipada forzosa, lo que sí será un premio para todo el fútbol mundial? Villar, haz algo.

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