Illarramendi vuelve al Bernabéu, el estadio que no le vio crecer

    • El jugador guipuzcoano disputó un total de 90 partidos con la camiseta del Real Madrid.
    • En su regreso al Bernabéu, tratará de demostrar lo que no consiguió en las dos pasadas temporadas.
Illarramendi vuelve al Bernabéu, el estadio que no le vio crecer / Getty Images.
Illarramendi vuelve al Bernabéu, el estadio que no le vio crecer / Getty Images.

Illarramendi vuelve al feudo blanco. El fichaje menos rentable del Real Madrid en los últimos años aterriza en el Bernabéu, el estadio que debería haberle visto triunfar. El guipuzcoano apuntaba a ser el próximo rey del centro del campo del club merengue y el futuro Xabi Alonso, debido a sus caracterísitcas similares e incluso a su misma procedencia. Pero, no llegó a contar para ser titular ni en la mente de Carlo Ancelotti.

En verano de 2013, la vida de Illarra tomaría un rumbo distinto. Sladría de su tierra y del equipo de toda su vida para marcharse al primer Real Madrid tras la era Mourinho. Fue el fichaje español más caro de la historia dentro de la Liga, 32 millones de euros tuvo que desembolsar Florentino Pérez, dos más que con Sergio Ramos. Sus avales fueron haber sido parte de la selección sub-21 que ganó el europeo de Israel o según los premios LFP, el mejor mediocentro y jugador revelación de la temporada anterior.

El cambio de equipo le vino terrible. En todo momento, se vio superado por la presión mediática, el competir por el su puesto con algunos de los mejores jugadores del mundo y una visible falta de confianza que poco a poco le fueron alejando de los terrenos de juego. Es cierto que por ejemplo, en su primera temporada jugó 29 partidos de liga, aunque no llegó ni a los 1.500 minutos. Era el recambio perfecto, el técnico italiano esperaba que despuntase desde el banquillo como si comenzaban a hacer compañeros suyos como Isco, Varane o Jesé.Nunca ganó una pelea por un puesto en el 11

Las expectativas siempre estaban muy altas, pero él parecía sufrir al jugar con la presión de los aficionados juzgando cada acción en la que participaba. No era feliz. La segunda temporada fue peor. Su "profesor" Xabi Alonso se marchó al Bayern y el Madrid, en vez de confiar en él para el puesto, se reforzó con una de las estrellas del momento, Toni Kroos, que además venía de proclamarse campeón del mundo con Alemania.

Por otro lado, otro centrocampista como Isco si dio el salto de calidad que se le pedía. El malagueño le arrebató el puesto que estaba en juego tras las lesiónes de Luka Modric, que le dejaron K.O. casi toda la temporada. En la Champions League, desde los octavos de final contra el Schalke 04, apenas jugó seis minutos en todas las eliminatorias.

Ahora, ya en su casa y como hijo pródigo tras su aventura en la capital, vuelve al estadio donde no consiguió hacerse un hueco como jugador de élite. En la Real Sociedad, es titular indiscutible y dueño de "su" centro del campo, el que le vio crecer. Las ganas de hacer un partidazo ante el público que le pitó en más de una ocasión serán mayúsculas. Además, tratará de forzar a un equipo que pasa por un mal momento y al que pueden hacer daño. Mientras esté jugando, seguro que mirará con mal gesto ese asiento en el banquillo madridista en el que tanto soñó con ser el cerebro de un equipo al que no estaba preparado para ir.

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