Incógnita sobre participación de atletas rusos en Rio a nueve meses de los Juegos

  • La suspensión provisional decretada del atletismo ruso decretada el viernes por la Federación Internacional de este deporte (IAAF) abre la posibilidad de que los atletas de este país no puedan participar en los Juegos de Rio, aunque esto aún en una incógnita a nueve meses de la cita olímpica.

Tras la publicación del informe encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que destapa un sistema de "dopaje organizado" en Rusia, el tiempo es ahora un aliado para los rusos.

La suspensión es provisional, con efecto inmediato y sin fecha de caducidad, por lo que solo podrá levantarse o confirmarse en un nuevo voto del consejo de la IAAF.

La próxima reunión de la instancia que gobierna la IAAF está programada en marzo de 2016 en Cardiff, coincidiendo con la disputa del Mundial de Medio Maratón.

No obstante, tal como ocurrió el viernes, el consejo podría reunirse por videoconferencia, que no obligaría a sus miembros a desplazarse, ganando así tiempo.

En el peor de los casos, Rusia tiene por lo tanto cuatro meses para 'lavar su imagen'.

"La decisión no afecta a nuestro entrenamiento", declaró a la AFP el corredor de 400 metros Radel Kachefrazov. "Los atletas no estamos particularmente preocupados. Esperamos que todo se va a resolver rápidamente", añadió.

La decisión de la IAAF está acompañada con medidas destinadas a que Rusia pueda volver a competir. Éstas no se han hecho públicas, pero se sabe que se va a poner en marcha un equipo de inspección, presidido por el noruego Rune Andersen y otros tres miembros de la IAAF, que tendrá como misión comprobar si Rusia actúa con fuerza o no en vistas a poder participar en Rio, del 5 al 21 de agosto.

En el pasado, algunos países ya fueron suspendidos por la IAAF, pero es la primera vez que la Federación Internacional que dirige el deporte olímpico número 1 sanciona a una de sus federaciones miembros por dopaje institucionalizado.

Tal nivel de trampas no se conocía desde la época del bloque soviético, especialmente en la República Democrática Alemana (RDA).

Si Rusia actúa con firmeza, todo hace pensar que sus atletas podrían competir, según los discursos de los protagonistas del caso.

"Hemos llegado al acuerdo en el hecho de que todo el sistema ha dejado caer a los atletas, no solo en Rusia sino en todo el mundo", dijo el viernes el presidente de la IAAF, el británico Sebastian Coe.

Estas palabras, además, pueden llevar a la reflexión de por qué sancionar a Rusia si no es la única responsable.

Las esperanzas de ver a los atletas rusos en Rio crecen, además, cuando se estudian precedentes de este tipo en el mundo del deporte, como ocurrió en el remo en 2008.

A finales de enero de ese año, la Federación Internacional de Remo (FISA) anunció la sanción por un año de todos los dirigentes del equipo ruso, en el que al menos siete deportistas infringieron el reglamento antidopaje varias veces en un año.

Esa sanción dejaba, en teoría, a los rusos sin competir en los Juegos de Pekín, pero tres meses después de anunciarse la sanción, la FISA la levantó al quedar satisfecha con las medidas adoptadas por la Federación Rusa, sobre todo la elección de una nueva dirección.

En atletismo y en el caso actual, la Federación Rusa ya ha procedido a una "limpieza" de su dirección, por lo que las medidas susceptibles de rehabilitarla deberían pasar ahora por la lucha contra el dopaje.

Por el momento, las primeras consecuencias de la sanción ya se han materializado y Rusia pierde la organización de dos competiciones previstas en el calendario de 2016: el Mundial juvenil de atletismo en Kazán, del 19 al 24 de julio, y la Copa del Mundo de marcha por equipos, que debía tener lugar el 7 y el 8 de mayo en Cheboksary.

Pese a todo, el viaje de los atletas rusos a Rio no está, por el momento, definitivamente anulado.

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