Iñigo Martínez, autor del autogol, protagonista en su temporada de debut

San Sebastián, 18 mar.- El defensa de la Real Sociedad Iñigo Martínez no encuentra una jornada para pasar desapercibido en la temporada de su debut, tras marcar ayer el autogol que dio la victoria al Getafe, lograr dos goles soberbios desde su propio campo en la presente Liga y ser expulsado en dos ocasiones en 23 partidos.

El joven jugador, internacional sub-21, está asimilando la elite a pasos acelerados porque es difícil que no se note su presencia en cualquiera de los partidos que disputa, una vez que se ha convertido en el central de referencia para su técnico, Philippe Montanier.

Ayer le tocó la cruz en una desafortunada jugada, al marcar un gol en la portería de su compañero Claudio Bravo, que impidió que su equipo arrancara al menos un empate en el Colisseum Alfonso Pérez.

Esta campaña, Martínez ha copado titulares en los medios de comunicación, sobre todo por dos soberbios golazos ante el Athletic de Bilbao y Betis logrados desde su propio campo. La pasada semana se llevó ante el Zaragoza todos los parabienes de la prensa por sus cambios de juego de más de 30 metros con una precisión impropia de un defensa.

También fue protagonista en el partido ante el Racing, en el que dejó a su equipo con diez hombres por una expulsión en la que se reflejó la bisoñez del jugador a la hora de contener un ímpetu que es también una de sus mayores virtudes.

En el mes de noviembre, a los diez minutos de juego, Iñigo Martínez había cometido un error similar que le pasó factura a su equipo en Vallecas, cuando jugó el conjunto local en superioridad desde el minuto 10 y endosó cuatro goles a los donostiarras. Acumula dos rojas y siete amarillas a estas alturas de Liga.

A pesar de todo, la balanza la desequilibra el jugador en su favor, con bastantes más acciones positivas en un año que le ha catapultado como una de las promesas del campeonato a seguir en el corto plazo.