Ironí Kiryat Shmona: de la IV división a campeón de liga en 11 años

  • El Ironí Kiryat Shmona, un equipo que hace sólo once años estaba en la cuarta división, se ha proclamado campeón de la liga israelí a falta de cinco jornadas para el final de la máxima competición local, a la que ascendió en 2007.

Elías L. Benarroch

Jerusalén, 3 abr.- El Ironí Kiryat Shmona, un equipo que hace sólo once años estaba en la cuarta división, se ha proclamado campeón de la liga israelí a falta de cinco jornadas para el final de la máxima competición local, a la que ascendió en 2007.

Con un exiguo presupuesto de 17 millones de shékels (unos 3,4 millones de euros), los blanquiazules del técnico Ran Ben Shimón han conseguido romper todos los pronósticos y convertirse de la cenicienta en el flamante campeón de la liga, lo que le dará la oportunidad de competir en las rondas preliminares de la próxima Liga de Campeones.

"A veces los sueños se alcanzan", "Victoria de la nostalgia", "El reino del norte", o "El equipo milagroso", son algunos de los titulares en la prensa local de hoy, dedicada casi exclusivamente al equipo revelación de Israel.

La formación fue fundada en el 2000 por iniciativa de un empresario del centro de Israel que adquirió dos equipos locales de ligas inferiores -Hapoel y Macabi Kiriat Shmona- y los fusionó en uno con la promesa de "alcanzar los terrenos de juego europeos en la Champions".

Pocos creyeron entonces en las palabras del inversor, que ayer se hicieron realidad tras un poco vistoso 0-0 frente al Hapoel Tel Aviv, un equipo con el doble de presupuesto y mucho más larga tradición deportiva.

"Traeremos otros títulos", prometió de nuevo el propietario del club, Izzy Shiratsky, al recibir sus hombres el trofeo que les acredita como campeones.

El técnico, Ran Ben Shimón, de 41 años, recordó a los jugadores que "comenzamos la temporada sin ningún tipo de expectativa", y aseguró que "a todos nos llevará algún tiempo acostumbrarnos a la nueva condición (de campeones)".

El equipo de la Galilea, formado por jugadores apenas conocidos, consiguió el título gracias a una serie de 25 partidos sin una sola derrota y a una diferencia de 16 puntos con su inmediato perseguidor, el mismo Hapoel Tel Aviv al que en enero arrebató la Copa Toto, tercera competición en importancia del fútbol israelí y que el Kiriat Shmona ya había ganado en 2011.

Hacía más de veinte temporadas que un equipo pequeño no apartaba del trofeo liguero a los más pudientes "Hapoels" y "Macabis" de Haifa, Tel Aviv y Jerusalén.

El último que lo hizo fue el modestísimo Benei Yehuda en 1990.

Y es que ubicada en el extremo norte de Israel, a sólo un kilómetro de la frontera con Líbano, el nombre de Kiriat Shmona ha sido siempre más conocido por los titulares bélicos que por el fútbol.

Su estadio, tantas veces cerrado antes del 2000 por la caída de cohetes disparados desde el Líbano, sólo tiene cabida para 5.000 espectadores... y tampoco es que necesite más para sus 23.000 habitantes que, por no tener, no tienen ni un sólo cine en la ciudad.

La fuerza motriz del equipo, afirma hoy el diario Yediot Aharonot, es precisamente el "anonimato de sus jugadores", entre los que había a principios de temporada "un portero de segunda división, un defensa a punto de colgar las botas y un desconocido delantero que llegaba de Chipre".

Se trata del argentino David Solari, hermano del ex madridista Santiago Solari y quien hasta enero jugaba en el Ali Larnaka.

Junto a él, otros tres extranjeros casi anónimos de Serbia, Zambia y EEUU y el resto jugadores israelíes en su mayoría de la Galilea y, entre estos, seis de origen palestino.

Detrás de todos ellos, un entrenador con mucha motivación que "recogió a un grupo de anónimos para llevarlos al panteón", afirma el diario, pero que, por divergencias personales con el propietario, ya ha sido sustituido para la próxima temporada.

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