Iten, la 'Meca' del atletismo keniano, reza para que la AMA no les salpique

  • En Iten, lugar de origen de los principales campeones kenianos, continúa la preparación de los atletas para la nueva temporada sin dejar de pensar en la publicación el jueves de un informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que podría cambiar radicalmente la vida en este rincón de África.

Cada día, en cuanto amanece en Iten, a 350 kilómetros al noroeste de Nairobi, centenares de atletas comienzan a entrenar.

Es la 'cuna de los campeones', como proclama la pancarta de entrada a la ciudad y los deportistas que aquí se preparan lo repiten con orgullo. Los niños del lugar van a la escuela mientras miran a los atletas con la máxima admiración, soñando con ser como ellos.

Las sospechas de dopaje y corrupción, que provocaron la suspensión de varios altos dirigentes del atletismo keniano, entre ellos el expresidente de la Federación, Isaiah Kiplagat, no han alterado el aura del lugar, pero en este año olímpico se espera con ansiedad, y hasta con temor, la publicación de la segunda parte del informe de la Comisión de investigación puesta en marcha por la AMA.

La primera parte, publicada en noviembre de 2015, había revelado la existencia de dopaje organizado en Rusia y provocó la suspensión provisional de los atletas rusos de toda competición internacional, lo que por el momento les dejaría fuera de los Juegos Olímpicos de Rio.

Kenia, un país para el que el atletismo es su mayor orgullo nacional, ha visto cómo una treintena de sus corredores han sido suspendidos por dopaje desde 2012. Ahora hay temor de poder seguir el mismo camino que los rusos.

Abel Kirui, campeón mundial de maratón en 2009 y 2011, que dedica cada días largas sesiones para recuperar su mejor nivel después de una lesión en el tendón de Aquiles, espera que finalmente el informe no salpique a los atletas kenianos en su conjunto.

"Rezo para que Kenia no sea suspendida por algunos malos elementos", dijo a la AFP. "Deberían ir contra la Federación, no contra todos los atletas. Si alguien esconde algo debería ser esa persona (la que sea sancionada), no el conjunto. No me gusta este tipo de generalización", añade.

En la pista de hierba de la escuela Saint Patrick, David Rudisha corre bajo la mirada de su entrenador de toda la vida, Colm O'Connell. Su discurso es el mismo.

"No sé si los atletas rusos podrán ir a los Juegos Olímpicos, algo que es una pena. Algunos recurrieron al dopaje, pero es duro para los demás, para lo que entrenan duro", estima el dos veces campeón del mundo de 800 metros (2011, 2015).

"Incluso los atletas que no están implicados van a sufrir", añade Rudisha, que espera defender su título olímpico en Rio. "Cuando algo así ocurre en Kenia es algo muy decepcionante. Kenia es conocida por tener grandes atletas", apunta.

Colm O'Connell, misionero irlandés y entrenador de atletismo, confía en que Kenia no sea la siguiente ficha en caer tras Rusia.

"No creo, o eso espero, que el dopaje sea sistematico en Kenia", afirma. "No veo elementos que dejen pensar que la Federación o el gobierno han estado implicados de manera sistemática en la promoción del dopaje", sentencia.

"El problema de Kenia me parece más de individuo que decidieron doparse, ya fuera solos o con la ayuda de un entrenador, un agente o un médico", estimó.

"Me gustaría seguir pensando que es una decisión individual y que se queda ahí", añade. "Mañana (jueves) sabremos si hay otras implicaciones más amplias. Me decepcionaría", asegura.

El extriple campeón mundial de 3.000 metros obstáculos Moses Kiptanui ha denunciado desde hace mucho el riesgo de dopaje en el atletismo keniano, lo que le costó ser vetado por la Federación, de la que esperaba poder ser presidente.

Espera ahora que la AMA vaya contra los dirigentes de la Federación y no contra los atletas.

"Los atletas siguen la dirección que se les indica", considera. "No creo que Kenia vaya a ser suspendida completamente. La situación aquí no es como la de Rusia", insiste.

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