Gijón, 13 sep.- El Juanfersa Grupo Fegar se enfrentará mañana al Guadalajara, lo que supone devolver el balonmano de elite a Gijón 33 años después de que el Grupo Covadonga militará en la máxima categoría.
El club gijonés ascendió la pasada temporada a la liga Asobal en un proyecto que se inició hace apenas cinco temporadas cuando un grupo de aficionados y ex-jugadores lograron la unión de todos los clubes de balonmano base de la ciudad para conseguir que los jugadores formados en la cantera local no tuviesen que marchar a jugar fuera.
El éxito fue tal que en cinco temporadas lograron el ascenso a la liga Asobal con una plantilla formada íntegramente por jugadores asturianos en un proyecto que unió a algunos veteranos con experiencia como Pellitero, Maxi Cancio, Juanjo Ruesga o Carlos Prendes, retornados a Asturias tras muchos años fuera, con jóvenes promesas como los hermanos Paraja, Alex Costoya o Adrián Fernández.
Al frente de todos ellos está un entrenador también gijonés, Alberto Suárez, acostumbrado a trabajar con los jóvenes pero que en su haber ya figuran los ascensos a Asobal con el Alcobendas y el Logroño, además de ser el seleccionador nacional juvenil y júnior, con dos subcampeonatos del mundo y un campeonato de Europa con la misma generación de jugadores, algo que nadie antes había logrado.
El Juanfersa Grupo Fegar cuenta esta temporada con los tres primeros extranjeros de su historia, los bosnios Adam Savic y Amir Cakic y el portugués Pepe Maia, tiene el presupuesto más bajo de la categoría, apenas 300.000 euros, e iniciará la temporada con algo más de 1.200 abonados.
El juego se basa en una fuerte defensa, que le permitió ser el equipo menos goleado en cada categoría en la que militó, y en sus filas militan las últimas promesas de la gran cantera asturiana como son Ángel Paraja, Alex Costoya y Adrián Fernández, todos ellos internacionales en las categorías inferiores.
Alberto Suárez tendrá a su disposición a toda la plantilla, si bien Santi Acetti probablemente no juegue, ya que apenas pudo hacer la pretemporada debido a problemas familiares.
El equipo estará respaldado en las gradas por muchos aficionados, la mayor parte de los cuales nunca disfrutaron de balonmano de elite en la ciudad.
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