La afición del Fenerbahçe pide la cabeza de Dani Güiza

Los disturbios provocados por los aficionados del Fenerbahçe después de perder la liga turca se saldaron con más de 50 personas heridas y varios detenidos.

El Fenerbahçe partía con un punto de ventaja sobre el Bursaspor antes de que se disputase la última jornada, pero el empate del equipo en el que milita el español Dani Güiza frente al Trabzonspor (1-1) no bastó para asegurar el triunfo, ya que el otro aspirante al título venció 2-1 al Besiktas.

Todo se complicó además cuando en los últimos instantes del partido, uno de los responsables del Fenerbahçe anunció que el Besiktas había empatado ante el Bursaspor, lo que daba la liga al Fenerbahçe con el empate, por lo que el equipo de Güiza jugó el último minuto a la defensiva y en el estadio se comenzó a festejar el título.

Sin embargo, unos minutos después se descubrió la verdad, lo que aumentó la ira de los aficionados. Según mostraron las televisiones turcas, algunos grupos prendieron fuego a las butacas del estadio.

El responsable de ese anuncio será trasladado a dependencias judiciales para serle tomada declaración respecto al incidente, informó la cadena NTV.

Güiza, uno de los 'culpables'

Otros ultras intentaron bloquear la salida de los jugadores, por lo que la policía trató de dispersar a los aficionados que protestaban con chorros de agua a presión, gas lacrimógeno y disparos al aire.

Según informaciones de la agencia de noticias estatal Anadolu, algunos seguidores gritaron: "Policía, entréganos a Güiza". Muchos aficionados culpan al delantero español de haber desperdiciado numerosas ocasiones de gol durante el partido del domingo.

Los 17,4 millones de euros que costó el fichaje de Güiza lo han convertido en el jugador más caro de la historia del fútbol turco y, de hecho, su precio equivale al presupuesto anual del actual campeón de liga, el Bursaspor.

Ante el riesgo de agresión, las fuerzas del orden tuvieron que acompañar a los jugadores del Fenerbahçe hasta sus hogares.

El diario 'Aksam' publicó este lunes que unas 50 personas resultaron heridas, incluidos cuatro policías, y que se realizaron "una gran cantidad de detenciones".

Además, este diario añadió que la mujer del jugador brasileño Alex, Daianne de Souza, que está embarazada, se desmayó en los últimos minutos del partido debido a la tensión del choque.