El partido del Mundial entre Algeria y Eslovenia es el primero de un Mundial que no se juega sobre un césped totalmente natural, ya que la FIFA ha diseñado una mezcla de hierba y componentes sintéticos para jugar en los estadios sudafricanos de Polokwane y Nelspruit.
Algerianos y eslovenos tuvieron la oportunidad de entrenar el césped el sábado y el defensor africano Majid Bougherra cree que provoca un juego "más rápido". Por su parte, el defensa esloveno Bostjan Cesar estima que el balón "rueda con más suavidad" sobre esta mezcla de componentes naturales y sintéticos.
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