Autoridades francesas, familiares y amigos han acudido a la catedral de Saint-Réparate, en Niza, para despedir al joven piloto francés Jules Bianchi, que no pudo superar las lesiones cerebrales sufridas como consecuencia de un accidente el pasado 5 de octubre en el Gran Premio de Japón, un gran chico con un futuro prometedor.
Los padres de Bianchi dedicaron unas palabras a su hijo en una emotiva despedida: "Todos nos ha sido "arrebatado". Aseguraron que seguirán luchando porque la "fuerza, coraje y dignidad de Bianchi no se apagará jamás pase lo que pase y estará a nuestro lado en todo momento".
Felipe Massa, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton, Nico Hulkenberg o el español Roberto Merhi entre otros estuvieron entre los asistentes. Uno de los más afectados fue Pastor Maldonado, que lloró desconsoladamente durante el funeral. Después del sepelio acudieron a tomar una copa de despedida, una tradición británica, a la que precisamente no aistó el venezolano.
El que no estuvo presente fue Fernando Alonso. El piloto español prefirió no mostrar su dolor en público pero si ha estado en contacto con la familia desde que se confirmó la trágica noticia. Alonso y Bianchi eran amigos desde 2010, cuando el francés paso por la Academia de Pilotos de Maranello y siempre estuvo atento al estado de salud del piloto durante los nueve meses.
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