La gloria del Tour sonríe a Evans en Grénoble

  • Cadel Evans es el nuevo ganador del Tour de Francia. El australiano ha realizado una brillante contrarreloj y no ha dejado opción alguna a Andy Schleck. Contador, tercero en la crono.
Cadel Evans ha arrebatado el maillot amarillo a Andy Schleck
Cadel Evans ha arrebatado el maillot amarillo a Andy Schleck
José Martínez

Y llegó el Tour a Grénoble. Donde todo se tenía que decidir, donde todo se decidió. La ciudad que una vez se llamó Dauphiné no pudo coronar al delfín de la ronda gala, al corredor preferido del público francés. Andy Schleck se quedó una vez más a las puertas del sueño. De dormir abrazado al maillot amarillo a ser segundo, de nuevo segundo. Tres veces segundo, como Raymond Poulidor.

Gotas de sudor caían del rostro tenso de Andy Schleck mientras se preparaba para lo contrarreloj. La sonrisa, tan característica en el luxemburgués, había desaparecido. Por primera vez se enfrentaba a un nuevo reto, el de salir el último en el día decisivo. Y no ha podido asimilar toda la presión que supone llevar el maillot amarillo. Evans no le dio opción.

El Tour de Francia viajará por primera vez a las antípodas. Cadel Evans ha cumplido por fin a la hora de la verdad. El reloj le fue esquivo dos veces, ante el ímpetu de Contador en 2007 y la solidez de Sastre en 2008. Pero esta vez todo ha sido distinto. El australiano ha conseguido rendir a su mejor nivel en una prueba que domina con maestría. Eso ha marcado la diferencia.

Evans decidió saltar al asfalto después de gustarse en elmountain-bike. Se dio a conocer con 25 años en el Giro de Italia. Había conseguido el liderato, llevaba la maglia rosa, pero camino de Folgaria sufrió un desfallecimiento antológico. Fue una señal. La metáfora de su carrera. Tendría que sufrir -y mucho- para conseguir algún día ser el mejor. Nueve años después, ya lo ha conseguido.

Por primera vez desde 2005, no habrá españoles entre los tres primeros. Pero no hay mucho que reprochar a los nuestros. Con Samuel Sánchez como mejor escalador del Tour, el Euskaltel firma una carrera magnífica. Por su parte, Alberto Contador se despidió con una gran contrarreloj. No estará el domingo en el podio de París, pero ha dejado un recuerdo de campeón. El año próximo volverá para ser el mejor de nuevo.

Casi dos horas de espera, de tensión, pero Tony Martin mantiene su idilio con Grénoble. En el Dauphiné, la lluvia se alió con el alemán para alejar a Bradley Wiggins de la victoria. Y de nuevo ha reinado este sábado soleado. Pero el sol no brillaba por él, lo hacía por Australia. Cadel Evans es el justo vencedor del Tour de Francia. Que esta victoria le reporte el respeto que se merece. Ha dejado de ser un simple "chuparruedas".

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