La lección de deportividad del entrenador de benjamines que impresionó a los rivales

El fútbol de verdad es el que se juega cada fin de semana en los pueblos, ese en el que los niños se reúnen con los amigos en torno a un balón para disfrutar de su mayor pasión. Eso es lo bonito del fútbol base, en el que lo emocional está por encima de lo económico. En el que la educación y los valores están por delante de unos simples puntos en la clasificación. Estamos mucho más acostumbrados a ver a que se hable de insultos de los padres a los árbitro o de peleas entre entrenadores, por eso lo que debería ser un gesto normal es merecedor de ser destacado.

Jesús Pichardo, 'Chechu', es el entrenador de un equipo benjamín de Huelva, el Nuevo Molino, compuesto por niños de ocho años en edad de aprendizaje. El pasado fin de semana su equipo se enfrentaba al Atlético Colón en un partido de fútbol 7 y el joven entrenador dio una lección de deportividad.

Chechu cuenta a lainformacion.com cómo recuerda lo sucedido. "Ellos llegaron con ocho jugadores porque el entrenador me comentó que varios niños subieron con el Benjamín A. El partido empezó normalmente y en la segunda parte me di cuenta de que en un saque de esquina uno de mis jugadores estaba solo. Pensaba que tenía ocho niños en el campo y que en algún cambio alguno se habría quedado dentro sin querer. Entonces conté y ví que éramos siete. Miré a su banquillo y ví a dos niños lesionados. En el campo solo estaban seis".

En ese momento el resultado era de 3-1 y Chechu decidió parar el partido: "Lo hubiera hecho igual con 0-0 en el marcador. Éramos siete contra seis y le dije al otro entrenador que iba a quitar a un jugador para no tener esa ventaja. También se lo comenté al árbitro y ambos me dieron permiso. Hice un cambio en el que saqué a dos de mis jugadores del campo y metí solo a uno. Los niños y el entrenador del equipo rival me lo agradecieron. Vi que estaban desanimados porque a todos nos gusta ganar desde niños y en ese momento volvieron a reactivarse".

Esta temporada es la primera en la que Chechu ejerce como primer entrenador de un equipo y asegura que "nunca me había ocurrido algo parecido. Pero cuando era jugador siempre actué con deportividad y nunca me expulsaron". Lo cierto es que "estamos acostumbrados a escuchar todo lo contrario sobre el fútbol base. Agresiones, insultos a los árbitros, peleas... Hace unas semanas vivimos una escena con unos padres del equipo rival, pero prefiero no recordarlo".

Chechu prefiere no darle mucha más importancia ya que lo ve como "un gesto que debería ser normal. Fue algo tan lógico que cuando llegué a mi casa ni se lo comenté a mis padres", finaliza este joven entrenador con un gran futuro por delante.Para Chechu sus niños son superhéroesUn equipo formado por superheroes.... No dejes de verlo... https://t.co/wLeLNOypPipic.twitter.com/5IwQCWY8Qi— CDC Nuevo Molino (@cdcnm) noviembre 15, 2015

En el vestuario del equipo, Chechu colocó la imagen de varios superhéroes encima de las camisetas de los niños. Un padre de uno de ellos compara a los jugadores con sus superhéroes preferidos:

"Cuando el fútbol no deja de ser una diversión... Cuando no tienes 13 jugadores sino 13 superhéroes... Cuando los técnicos se encargan de decirles a sus superhéroes de 8 años que esto por encima de todo es un juego... Entonces... Esa diversión y esos superpoderes se llevan al campo... Spiderman y el hombre de goma atajan balones imposibles. Hulk y la masa defienden como gigantes. A Ironman y al Capitán América les falta banda para correr. Superman y Batman no dejan de mostrar su fuerza. Flash, tornado rojo, el hombre de fuego, Lobezno y Thor demuestran que juntos son invencibles...

Y terminado el partido... Esto acaba, porque aquí los 4 magníficos se convirtieron en 13 niños, 13 superhéroes que se han divertido y han demostrado como de héroes y niños son".