¿La peor agresión de la historia del hockey?

Ocurrió en la Ontario Hockey League, una liga menor de hockey sobre hielo de Canadá, el país donde el deporte de los patines y los sticks es una auténtica religión. Nick Cousins, de los Sault Ste. Marie Greyhounds, chocaba (no parece que accidentalmente) contra su rival, Ryan Rupert, de los London Knight, al celebrar la victoria por 4 a 3 de su equipo. Y su rival respondía de una forma que pone los pelos de punta.

Rupert es conocido por ser uno de los tipos duros oficiales del hockey. Sus peleas son constantes y se ha ganado la reputación de lo que en argot del hockey llaman 'agitator': en traducción libre al castellano, un macarra.

Sin embargo, su reacción a la provocación/choque accidental de Cousins ha pasado todos los límites: cómo a Rupert se le cruzaron los cables tanto como para golpear con todas sus fuerzas con su stick en el estómago de su rival, al que pudo hacer un daño irreversible, todavía no lo entiende nadie.

En hockey son habituales los golpes duros en el juego (alguno, quizá, más espeluznante que éste) y las peleas consentidas hasta que los jugadores se cansan o se van al suelo, pero en el código de honor del juego lo que hizo Ryan Rupert no tiene justificación.

Tan grave les parece a los canadienses, que en un deporte en el que tienes que 'matar' a alguien para que te sancionen, Rupert ha sido suspendido indefinidamente y se habla de una penalización de 20 partidos o, quizá, de por vida.