Las claves de la goleada de España

Roberto Morales

Río de Janerio, 21 jun.- La selección española vapuleó 10-0 a Tahití en la segunda jornada de la Copa Confederaciones gracias a la ambición del campeón, los goles de Fernando Torres, con los que hizo historia en el torneo, las ganas de aumentar la leyenda de la Roja con nuevos récords o el hambre de gol de David Villa.

Las claves del triunfo de España fueron:

1. La ambición del campeón: España disfruta de su momento y siempre quiere más. El duelo ante Tahití llegó con ruido de goleada en el entorno y no afectó al hambre de los jugadores de ir enlazando goles. Era el modo de mostrar respeto al rival. Más deshonroso hubiera sido levantar el pie del acelerador. Era el escenario perfecto para que los jugadores explotasen al máximo un momento perfecto y aumentar sus registros como internacionales. Pese a que los equipos se suelen contagiar cuando el nivel de calidad es tan distante, la Roja no lo hizo y siempre quiso más.

2. Fernando Torres haciendo historia: con sus cuatro dianas se disfrazó de Emilio Butragueño en Querétaro para pasar a ser junto al 'Buitre' el único futbolista que ha hecho tantos goles en un partido. También igualó a dos jugadores que lo habían logrado en la Confederaciones, competición en la que se convierte con siete tantos en el tercer máximo artillero en su historia tras el mexicano Cuauhtemoc Blanco y el brasileño Ronaldinho, ambos con nueve. Torres hizo un triplete a Nueva Zelanda en 2009 y cuatro a Tahití. Fue su forma de responder a las palabras críticas de Del Bosque a los delanteros centro antes de la competición, y de dar un paso al frente en la batalla del nueve que mantiene con Soldado.

3. Ganas de aumentar la leyenda: el grupo de jugadores españoles quiso inscribir su nombre en récords para el recuerdo. Lo consiguió firmando el triunfo más amplio de una competición FIFA y la victoria más contundente que jamás presenció Maracaná. La ilusión que muchos jugadores tenían de jugar en un mítico estadio la plasmaron en goles que permiten a la Roja dejar huella y marcar registros que costarán ser superados por otras selecciones en el futuro. Es la mejor forma, junto a los títulos, de ser recordados con el tiempo.

4. La deuda saldada de Villa: llevaba tiempo el 'Guaje' estancado en 53 goles y saldó su deuda con Del Bosque, que siempre le consideró un "caso especial" y llamó a Villa hasta cuando no estaba en plenitud de condiciones, recién recuperado de la grave lesión de tibia que sufrió. Se perdió la Eurocopa 2012 con todo el dolor de su corazón. No llegó a tiempo y se moría de ganas de volver a ser protagonista en un gran torneo. El máximo goleador de la historia de la Roja marcó tres tantos que amplían su ventaja al resto de goleadores y le hacen recuperar las sensaciones de jugador clave en los éxitos de España. Llevaba seis meses sin saborear el gol en la selección, desde que el 15 de noviembre de 2012 marcó en un amistoso en Panamá.

5. Una portería solidaria: Del Bosque ha sentado un precedente con una decisión inédita en una fase final de un campeonato. Ante Tahití defendió la portería Pepe Reina, con poco trabajo en un único disparo a puerta y fue un centro envenenado. Tomó el testigo de Iker Casillas, titular en el estreno ante Uruguay. Y cerrará la fase de grupos jugando Víctor Valdés. Es el premio del seleccionador español a la buena convivencia de tres porteros que, asumiendo su rol, mantienen un bonito pulso en los entrenamientos en la pelea por un puesto.

6. La magia de Silva: se desquitó con un partido brillante en asistencias y marcando un doblete con el que alcanza veinte tantos como internacional para igualar el registro de Zarra como décimo máximo artillero de la historia. Y eso que Silva siempre se caracterizó más por asistir que por marcar. Ante Uruguay perdió su puesto en el equipo titular. Por una época fue indiscutible para Del Bosque. En la Eurocopa 2012 nadie le quitaba el puesto. Pero su racha goleadora pasó a Pedro y ha perdido su sitio. Frente a Tahití mostró ambición para recuperarlo.

7. El funcionamiento de la segunda línea: el momento de la selección española es tan dulce que Del Bosque podría cambiar todo el equipo y prácticamente no se notaría. La segunda línea saltó al campo ante Tahití y después de media hora extraña, como contagiada del bajo nivel del rival, mostraron al seleccionador que están preparados para cuando estime oportuno introducir un cambio entre los titulares. Javi Martínez en la medular, la movilidad con participación continua de Mata, Cazorla y Silva. El gol de Villa y Fernando Torres. Son bazas que tiene en cuenta el técnico.

8. Las variantes del juego: ante Tahití existía tanta diferencia que cualquier movimiento que realizase Del Bosque dañaría la defensa de cinco que planteó el rival. España rebajó su estilo en busca de goles. Por momentos abusó del juego directo hasta que se impuso la calidad entre líneas de David Silva y Juan Mata. En la segunda parte el seleccionador cambió el plan dejando defensa de tres y metiendo un extremo puro como Jesús Navas. Provocó que las ocasiones se multiplicasen. Más aún cuando el físico del débil rival fue bajando.