Las claves del acceso a la final del Real Madrid

  • El Real Madrid alcanzó con brillantez la final de Copa del Rey, asestando un duro golpe en el Camp Nou a su gran enemigo, el Barcelona, con claves como la fe ciega en un estilo, el mejor momento de la vida de Cristiano Ronaldo, la irrupción de Rafael Varane o la mentalidad ganadora recuperada.

Roberto Morales

Madrid, 27 feb.- El Real Madrid alcanzó con brillantez la final de Copa del Rey, asestando un duro golpe en el Camp Nou a su gran enemigo, el Barcelona, con claves como la fe ciega en un estilo, el mejor momento de la vida de Cristiano Ronaldo, la irrupción de Rafael Varane o la mentalidad ganadora recuperada.

Las claves del acceso a la final del Real Madrid son:

1. El mejor Cristiano Ronaldo: es el líder madridista, el futbolista que se ha echado el equipo a sus anchas espaldas cuando han venido mal dadas y que no falla en los partidos importantes. Firmó un doblete el día que se convirtió en el primer jugador visitante en marcar seis veces seguidas en el Camp Nou. Disfruta del mejor momento de su carrera, en plena madurez, dejando de lado gestos innecesarios y mostrando virtudes futbolísticas de las que se benefician todos sus compañeros. Convertido en el azote del barcelonismo desde aquel gol en la final de Copa del Rey 2011, metió a su equipo en la final de la actual edición y se marchó con la sensación de ganar un pulso personal a Leo Messi entre los dos mejores futbolistas del mundo.

2. La irrupción de Varane: nunca había ganado un clásico el Real Madrid sin Pepe hasta la entrada en escena de un chaval de 19 años que ha disfrutado de una eliminatoria que cambia su vida. Marcó en la ida y en la vuelta de cabeza, pero sobre todo impuso su criterio en el centro de la defensa. Rápido al corte, veloz para encimar a Messi, fuerte por alto y con buena salida de balón. A todos sorprende su madurez en los grandes partidos. Tras un primer año de crecimiento y poca participación, han llegado los encuentros decisivos y no se ha amilanado. Lo que comenzó a mostrar ante el Manchester City en el inicio de temporada lo confirmó en dos clásicos que nunca olvidará.

3. Fe ciega en un estilo: este Real Madrid nunca jugará el juego de toque del Barcelona, ni lo quiere. En el Camp Nou exhibió su estilo en su más pura esencia. Cómodo entregando el balón al rival y explotando sus armas demoledoras ofensivas a la alta velocidad que monta un contraataque que desarboló la defensa azulgrana. La dinámica en los clásicos ha cambiado. De los siete últimos el conjunto madridista sólo perdió uno. Ha encontrado la fórmula para frenar el virtuosismo de su gran rival y hasta lo ha convertido en un equipo plano, amparado en la brillantez de Messi que ayer no apareció.

4. Triunfo táctico de Mourinho: a su llegada al Real Madrid tuvo dudas tácticas a la hora de afrontar los clásicos ante el mejor Barcelona de la historia. Dejó algún planteamiento defensivo que no contentó a nadie y tampoco dio resultados. Desde que entendió que sus jugadores tenían suficiente autoestima para mirar a los ojos del rival, apartó trivotes en la medular y pasó a explotar las virtudes de su equipo. Asfixia la sala de máquinas azulgrana con un trabajo imprescindible de Xabi Alonso y Khedira, con ayudas defensivas de Di María y Cristiano. Sus jugadores van al límite en defensa, con agresividad y fuerza, y no dudan a la hora de atacar a toda velocidad. Convertido el conjunto blanco en el mejor contragolpeador del mundo, el Camp Nou fue el estadio perfecto para explotar sus virtudes bajo un dibujo táctico que no tuvo respuesta de Tito Vilanova ni Jordi Roura.

5. La tranquilidad de Diego López: la lesión de Iker Casillas llegó en un momento de tensión innecesaria. Para Mourinho el capitán no entrenaba como debía y decidió lanzar un pulso público. No sólo le sentó en el banquillo sino que afirmó que Antonio Adán estaba a mejor nivel que él. Cuando el capitán se fracturó la mano izquierda, el cuerpo técnico no dudó en la necesidad de fichar. Adán había sido utilizado. 'Mou' sabía que no se podía jugar partidos claves con un portero sin experiencia. Por eso fichó a Diego que ha respondido a lo esperado. Tras marcharse de la casa blanca ante la falta de oportunidades, en el Villarreal ganó esa experiencia que da ser indiscutible y jugar grandes partidos europeos. Ante el Barça dejó paradas de mérito en la ida y transmitió seguridad en todo momento en la vuelta.

6. Los kilómetros de Di María: llegaba el 'fideo' de su temporada más irregular como madridista y de una extraña expulsión en Riazor que no rebajó la confianza de Mourinho. Le hizo jugar de inicio porque necesitaba su gasolina para defender y atacar. El argentino no falló. Comenzó algo impreciso con malas lecturas en el pase final pero acabó siendo decisivo. Con un recorte sentó a Puyol y fabricó el gol que sentenció la eliminatoria. Recuperó su mejor cara cuando más le hacía falta a su equipo.

7. Mentalidad ganadora recuperada: después de conquistar la 'Liga de los récords' la plantilla madridista afrontó la actual competición doméstica con una actitud diferente. Había conseguido el reto de acabar con la hegemonía culé en España y parecía centrar sus miras en otras competiciones. Verse sin opciones en Navidad le hizo dudar de la respuesta del equipo cuando llegase la hora de la verdad, partidos que te conducen al éxito o te empujan al fracaso, y su mentalidad ganadora reapareció. Asestó un golpe en la mesa al equipo al que ya arrebató el primer título de la campaña, la Supercopa de España, con el que no ha competido en Liga y ante el que gana confianza para afrontar otra batalla, la de Old Trafford ante el Manchester United.

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