Las dos aficiones dan lustre a una impecable final de Copa del Rey

  • Un comportamiento ejemplar, ánimos, vítores sin descanso y gradas abarrotadas han dado lustre a la final de la Copa del Rey de rugby, celebrada hoy en Palencia, que ha contado con una notable organización y brindado espectáculo y emoción hasta el final entre Ampo Ordicia, campeón, y Cetransa El Salvador.

Antonio Aragón

Valladolid, 22 abr.- Un comportamiento ejemplar, ánimos, vítores sin descanso y gradas abarrotadas han dado lustre a la final de la Copa del Rey de rugby, celebrada hoy en Palencia, que ha contado con una notable organización y brindado espectáculo y emoción hasta el final entre Ampo Ordicia, campeón, y Cetransa El Salvador.

"Este partido puede ser un punto de inflexión en el rugby español", ha declarado tras el partido el internacional español y jugador del Cetransa El Salvador Pablo Feijóo quien, como tantos otros, ha elogiado el ambiente vivido hoy en Palencia, donde se han dado cita unas 7.500 personas.

Esta afluencia está muy alejada de la que viene a ser habitual en los partidos de rugby de la liga española, lo que ha demostrado el gran poder de convocatoria de dos hinchadas que se han desfondado a la hora de alentar a sus jugadores.

Ya los aledaños del estadio municipal Nueva Balastera, de Palencia, presentaban un tremendo ambiente en los prolegómenos del encuentro. Se hacía difícil aparcar cerca del campo y el goteo de aficionados era incesante.

Unos entraban directamente al estadio mientras que otros paraban en la carpa anexa al estadio para repostar con cerveza antes de comenzar la sana batalla que se libraría dentro.

Cada una con su grito de guerra pero con idéntica energía. Las dos aficiones, con charanga incluida, han sido un clamor continuado que los jugadores han sentido sobre el verde.

Gargantas quebradas que no han hecho otra cosa que brindar un ambiente soberbio a una final de Copa que el Palencia Rugby ha organizado de manera meticulosa y notable.

Ha sido la mejor promoción posible del deporte del balón oval que unas aficionadas de El Salvador han completado ofreciendo en unas pancartas un contacto para inscribirse a su equipo femenino. "Se buscan chamizas", rezaba la misma, en alusión al mote, "chamizo", con el que se conoce al club de Valladolid.

Todo estaba cuidado al detalle y el resultado ha sido excepcional, también gracias al hermoso espectáculo que, al igual que en los graderíos, han regalado los dos equipos en una final que no se ha resuelto hasta el tramo final.

Con el pitido de la árbitro, Itziar Díaz, el júbilo se ha desatado del bando vasco sin que haya habido invasión de campo para celebrar su primer título. Aplausos que no se han apagado con la "vuelta al ruedo" de sus jugadores ni con la del Cetransa El Salvador, que también se han llevado su agasajo.

Igual ha ocurrido con los jugadores del Ordizia cuando se han aproximado a la zona vallisoletana en lo que ha sido una grata muestra de la caballerosidad, propia de este deporte, que ha imperado en la mañana de hoy.

La única mancha en tan bonita jornada han sido los pitidos que unos pocos han soltado cuando antes del partido sonó el himno de España por la megafonía.

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