Lo que ha unido el Príncipe de Asturias... que no lo separe la Liga (otra vez)

    • Xavi y Casillas recibieron el Príncipe de Asturias por su 'amistad más allá de la rivalidad'.
    • En el próximo mes Madrid y Barça se juegan la Liga, la Champions y el primer 'Clásico'
Messi felicita a Iker por ganar la Supercopa de España 2012
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Manu Albarrán

Desde hace una década, los partidos entre Real Madrid y Barcelona están siendo más tensos de lo habitual. El hecho de que ambos clubes estén en la cúspide del fútbol español y europeo les ha llevado a enfrentarse en las rondas finales de los campeonatos y a jugarse entre ellos muchso títulos.

Todo ha ello ha perjudicado la frágil relación que siempre han tenido jugadores, directivos y aficionados de uno y otro equipo. Sin embargo, en esta década de oscuras relaciones en las que era más importante aplastar al rival que ser un ejemplo de deportividad, sí que ha habido algunos destellos de humanismo y racionalidad que han intentado normalizar las cosas entre ambos clubes.

Dos de los máximos baluartes de esa nueva generación de futbolistas que reconocen el fútbol como un deporte, un entretenimiento y un trabajo en el que no siempre se gana son Xavi y Casillas. Precisamente por ello, por mostrar su lado más deportivo en la victoria y en la derrota ante el eterno rival, ambos fueron galardonados hace una semana con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

El jurado reconocía en ellos que había primado su "amistad y compañerismo por encima de su rivalidad" favoreciendo "una actitud conciliadora que ha limado las tradicionales diferencias entre jugadores y aficiones". Ahora sólo queda esperar que sus compañeros tomen ejemplo de ellos y, durante toda la temporada, sean capaces de mostrar el mejor lado del fútbol y ayudar a transformar la sociedad, a través del deporte rey, en algo mejor.

Pésimos antecedentes

Empero, no todo suena tan bonito como parece. En el pasado, allá por 2010 cuando España ganó el Mundial, ya se hablaba de que los jugadores de Madrid y Barça podían haber hecho buenas migas en la concentración, lo que ayudaría a rebajar la tensión de los clásicos. Sin embargo, los duelos durante la temporada siguiente fueron tan calientes o más como los anteriores.

Por suerte, en la Supercopa del año pasado, Iker, Puyol y Xavi demostraron que con ellos no va eso de la violencia y el rencor. El portero se puso en contacto con los blaugranas para pedirles perdón por lo sucedido durante los partidos y éstos aceptaron las disculpas sin problemas.

De nuevo sólo unos pocos jugadores estuvieron a la altura y pudieron darle mayor importancia a las buenas formas y al buen hacer que a los piques y a los calentones que pueden surgir durante un partido.

Confiemos en que este año no haga falta que nadie llame al rival para pedirle perdón. Será un buen síntoma de que blancos y blaugranas habrían empezado a competir deportivamente. Sin insultarse, sin agredirse, sin ser malos deportistas ni malas personas.

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