Los alegres, los tristes y los eternos inconformes

  • Los Panamericanos de Guadalajara llegan hoy a su ecuador con 416 medallas repartidas, en un abanico que envuelve sueños alcanzados, triunfos logrados tras muchos años de espera, ilusiones desaparecidas y éxitos de juventud.

Nemesio Rodríguez

Guadalajara (México), 22 oct.-Los Panamericanos de Guadalajara llegan hoy a su ecuador con 416 medallas repartidas, en un abanico que envuelve sueños alcanzados, triunfos logrados tras muchos años de espera, ilusiones desaparecidas y éxitos de juventud.

Representantes de estos variados sentimientos bien pueden ser el nadador brasileño Thiago Pereira, el tenista chileno Nicolás Massú, el tirador guatemalteco Jean Pierre Brol y la nadadora estadounidense Elizabeth Pelton.

También hay deportistas que enfilan el ocaso de sus brillantes carreras y se despiden con orgullo en su última oportunidad, otros que, por fin, vencieron a un rival que siempre les ganaba, y un tercer grupo que viven la experiencia contraria. Y está la compañía de los inconformes, que se decepcionan si no lo ganan todo.

Se puede hablar aquí del nadador venezolano Ricardo Monasterio, del luchador dominicano Hansel Mercedes Martínez, de su compatriota Anyelo Mota y del equipo cubano de lucha.

Pereira, de 25 años, cerró la natación con la misma cosecha de oros que Río, seis, para sumar un total de 12, que lo convirtieron en el deportista brasileño con más metales dorados panamericanos, un registro que pertenecía al tenista de mesa Hugo Hoyama, con 10.

"No podía salir mejor. Cerré la semana con el oro y récord panamericano", dijo Pereira en alusión al título en 200 metros dorso, su undécimo metal dorado.

El guatemalteco Brol, de 29 años, también es un deportista feliz. Tuvieron que pasar tres Juegos para conquistar una medalla pero valió la pena. Lo hizo con un triple premio: oro en fosa olímpica, con doble récord panamericano (en la eliminatoria y en la final) y plaza olímpica. De un tirón.

El chileno Massú, de 32 años, soportó muy mal la eliminación y arremetió a raquetazos contra todo lo que se le cruzó en el vestuario. El doble campeón olímpico en Atenas no pudo reprimir la frustración de ser eliminado en su primera participación en unos Panamericanos.

"Quiero sumar algo importante en mi carrera en el ámbito de los Panamericanos", había declarado Massú a su llegada a Guadalajara el pasado 11 de octubre. Diez días después, se le esfumaron las ilusiones y destrozó la raqueta que no le había servido para ganar.

Pelton llegó a Guadalajara con la inexperiencia de sus 17 años y se marchó con cuatro oros y una plata. Cinco pruebas, cinco medallas. Y récord panamericanos en 100 y 200 dorso. Un futuro prometedor, aunque le queda un largo camino si se compara su registro en 100 dorso con el de la plusmarquista mundial, la británica Gemma Spofforth: 1:01.57 contra 58.12.

La natación vio el adiós nostálgico del venezolano Ricardo Monasterio. Se despidió de sus cuartos juegos con un bronce, su quinta medalla panamericana. Ayudó a un grupo de jóvenes nadadores a lograr la tercera plaza en 4x200 libre por detrás de las potencias continentales Estados Unidos y Brasil.

A sus 32 años, no pudo brillar una vez más en su prueba favorita, los 1.500. Entró el último.

El luchador dominicano Mercedes, de 27 años estaba harto del peruano Sixto Barrera, de 28, una leyenda en la categoría hasta 74 kilos. Había perdido dos veces con él y en los Panamericanos dijo basta y le ganó en la repesca por el bronce.

"A Sixto Barrera ya lo había enfrentado en el Mundial pasado y ya llevaba dos luchas perdidas con él. Es un contrincante bastante fuerte y yo me dije que a la tercera va la vencida y que ya no podía perder más", afirmó Mercedes, que conquistó el bronce al vencer por puntos (3-0) al panameño Elton Brown.

A su compatriota Anyelo Mota le ocurrió lo contrario. Y tiene derecho a estar enfadado. El cubano Pedro Mulens le ganó la disputa por el oro. Era la tercera vez que le ganaba y siempre en el segundo tiempo.

Mulens explicó la razón: "Ya nos hemos encontrado en tres ocasiones y siempre le gano en el segundo tiempo. Esta vez salió buscando puntos desde el principio, pero ya en el segundo le encontré el modo y pude derrotarlo tranquilamente".

En el grupo de los inconformes, pocos superan a los cubanos. Sus luchadores en grecorromana compitieron en siete categorías y ganaron seis oros. Vale, pero querían los siete metales dorados como en Santo Domingo 2003.

"Seis de siete no es mal resultado, pero como seres humanos siempre queremos lo mejor", dijo Jorgisbell Álvarez, oro en 74 kilos.

¿Quién fue el héroe que frenó a los cubanos? El venezolano Luis Liendo, campeón panamericano en 60 kilos tras derrotar al estadounidense Joseph Betterman, plata, y haber eliminado en semifinales al cubano Hanser Lenier Meoque, un bronce.

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