El Real Madrid cuajó ante el Borussia Dortmund un partido que le deja con pie y medio en las semifinales. Tras vencer por 3-0 en el encuentro de ida, no se contempla ni como hipótesis que el conjunto blanco no esté en la siguiente ronda de la Champions League. No obstante, con Carlo Ancelotti como entrenador, todo es posible atendiendo a su trayectoria como técnico en las competiciones europeas. La carrera del italiano está regada de hecatombes que privaron a sus conjuntos de avanzar más en torneos continentales e incluso de ganar la Copa de Europa. Con estos precedentes, el recuerdo del partido del año pasado y la vuelta de Lewandowski, el Madrid no puede estar del todo tranquilo...El Superdepor mata al MilánFue también en los cuartos de final de la Champions League de 2004 cuando el Milan de Ancelotti tuvo uno de los patinazos más sonados de su historia. En el encuentro de ida, los italianos vencieron por 4-1 al Depor en una exhibición de poderío liderada por el mejor Kaká, acompañado de geniales futbolistas como Shevchenko o Pirlo.Nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir en Riazor la noche del 7 de abril de 2004, pero todo se combinó para que el Deportivo sellara su noche más gloriosa en Europa.Un tempranero gol de Pandiani cuando apenas se habían consumido cinco minutos encendió la mecha de un equipo que para el descanso ya había enjugado la diferencia de la ida tras los goles de Valerón y Luque. Un tanto de Fran a pocos minutos de la conclusión culminó la fiesta deportivista.La tragedia de Estambul
Sólo un año después se le presentó al Milan, que en aquel entonces era el mejor equipo de Europa, la opción de redimirse de su colapso en Riazor. El equipo de Ancelotti alcanzó la final tras un brillante torneo, donde se encontró a un Liverpool resuelto a reverdecer viejos laureles.
Parecía que ese grupo de jugadores y Carlo Ancelotti se iban a resarcir y a quitarse el mono de la espalda después de cuarenta y cinco minutos brillantes en los que adquirieron una ventaja de 3-0 tras goles de Maldini y dos de Hernán Crespo.
Pero el Liverpool no se rindió y punto por punto aireó, en un inicio de segunda mitad arrollador, todos los fantasmas de Coruña. El guión fue similar, pero más comprimido. Simplemente seis minutos, los que transcurrieron entre el 54 y el 60, bastaron al Liverpool para empatar la final.
Esos 360 segundos son uno de los momentos culmen de la historia de este torneo. Finalmente, aquel Liverpool, en el que jugaban los madridistas Xabi Alonso y Arbeloa, ganaron la final en los penaltis, ampliando la leyenda negra de Ancelotti.
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