Los Cardenales ganaron un título especial para la historia

  • El deporte del béisbol de las Grandes Ligas tiene ya a un nuevo campeón de la Serie Mundial con los Cardenales de San Luis, que lograron el undécimo de su historia, pero que ya ha pasado a ser el más especial y único de todos.

Rubén Montilla

San Luis (EEUU), 29 oct.- El deporte del béisbol de las Grandes Ligas tiene ya a un nuevo campeón de la Serie Mundial con los Cardenales de San Luis, que lograron el undécimo de su historia, pero que ya ha pasado a ser el más especial y único de todos.

Nadie dentro de la organización se podía imaginar a principios del mes de septiembre que el equipo iba no sólo a estar en la fase final sino a convertirse de nuevo en campeones del Clásico de Otoño con el irregular rendimiento que habían tenido hasta ese momento en la competición de liga.

El veterano manejador de los Cardenales, Tony La Russa, que ganó su tercer título individual de Serie Mundial y el segundo con los Cardenales, reconoció que no había manera de explicar bajo la lógica del deporte del béisbol lo que había sucedido desde septiembre.

"Estábamos a diez juegos y medio de los Bravos de Atlanta y sólo nosotros fuimos capaces de centrarnos y salir a jugar al béisbol sin importar los resultados", declaró La Russa después de haber concluido el séptimo partido de la Serie Mundial que ganaron por 6-2 a los Vigilantes de Texas para proclamarse campeones.

La Russa, que cometió algunos fallos importantes en le manejo del bullpen durante la Serie Mundial, dijo que la clave que hizo posible el triunfo final fue el carácter luchador que siempre mantuvo el equipo en los momentos más difíciles y complicados.

Tan difíciles como estar por dos veces consecutivas a un "out" de la eliminación y con dos carreras de desventaja en el marcador para al final superarlas y conseguir la victoria memorable y única por 10-9 en el undécimo episodio del sexto partido.

Eso hizo posible que la Serie Mundial llegase al séptimo partido por primera vez desde el 2002 para que el abridor estelar Chris Carpenter y los héroes inesperados de David Freese, un tejano criado en San Luis, que iba a ganar el premio de Jugador Más Valioso (MVP), y Allen Craig volviesen a poner el bate oportuno y explosivo.

Carpenter (2-0) en la Serie Mundial y 4-0 en la fase final mantuvo su invicto en los partidos de postemporada como profesional con 9-0, incluidos siete triunfos de los disputados en San Luis.

El veterano lanzador derecho de 36 años, que llegó en el 2003 a los Cardenales procedente de los Azulejos de Toronto, respondió en el momento decisivo, a pesar de ser la segunda apertura de su carrera que hizo con sólo tres días de descanso.

Además se convirtió en el primer lanzador en una década en hacer tres salidas como abridor en una misma Serie Mundial para conseguir dos triunfos e irse en un juego sin decisión.

Craig, que llegó a la fase final para apoyar al equipo, acabó siendo decisivo junto a Freese en el ataque de los Cardenales y ante la poca producción y luego lesión de Matt Holliday salió de titular en los jardines para pegar el jonrón de la ventaja y capturar un pelota que era cuadrangular seguro.

Hasta el cerrador Jason Motte, que con sus fallos en el segundo partido impidió que el zurdo mexicano Jaime García hubiese logrado su primera victoria en la Serie Mundial, esta vez respondió y sacó los últimos tres "outs" del partido ante el delirio y celebración de de los 47.399 aficionados que llenaron el Busch Stadium.

El triunfo era la culminación de una remontada única en la historia de las Grandes Ligas bajo la dirección de La Russa, que ganó su tercer título de la Serie Mundial, el segundo con los Cardenales después de haber logrado el primero en el 2006.

Los Cardenales, que han disputado 18 Series Mundials, también se consolidaron como el segundo equipo con más títulos de las Grandes Ligas, sólo detrás de los 27 de los Yanquis de Nueva York, que llegaron 40 veces al Clásico de Otoño.

San Luis, tras la noche "milagrosa" del sexto partido, que por dos veces sobrevivieron a un "out" para quedar eliminados, se convirtieron en el decimonoveno en la historia que remontan una desventaja de 2-3 en la Serie Mundial y el quinto comodín en ganarlas, primero desde los Medias Rojas de Boston, en el 2004.

Todo el logro final lo alcanzó a base de remontadas desde la recta final de la temporada regular para conseguir el comodín, frente a los Filis de Filadelfia en la serie divisional y ante los Cerveceros de Milwaukee en la Serie de Campeonato.

Quizás también por haber simbolizado mejor que nadie el espíritu de lucha y superación en los momentos difíciles, los Cardenales pusieron el epílogo a una temporada de las Grandes Ligas en la que se dieron remontadas espectaculares y hundimientos históricos.

Además, el triunfo de los Cardenales también fue el broche de oro a una competición de la fase final en la se vivió una igualdad nunca vista con 38 partidos disputados de los 41 posibles.

El desenlace triste lo pusieron los Vigilantes, que no habían perdido dos partidos seguidos desde finales de agosto y fueron el primer equipo en el Clásico de Otoño que se queda sin títulos por segundo año consecutivo desde que lo hicieron los Bravos de Atlanta en 1991 y 1992.

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