Salvador (Brasil), 22 jun.- Los aficionados brasileños llegaron al estadio Fonte Nova, de Salvador, donde hoy se juega el Brasil-Italia, en medio a un amplio despliegue policial, pero por primera vez en la Copa Confederaciones sin manifestaciones.
En Salvador, capital del estado de Bahía, hoy fueron convocadas dos protestas, pero ninguna tenía previsto encaminarse hacia el estadio, para evitar enfrentamientos con la policía.
En cambio los manifestantes pretendían cortar importantes avenidas para dificultar la llegada de los aficionados, que dos horas antes del partido ya comenzaban a arribar en gran número al estadio.
En los dos primeros partidos de la selección brasileña, contra Japón, en Brasilia, y contra México, en Fortaleza, se registraron grandes marchas populares que en ambos casos terminaron en enfrentamientos violentos con la policía.
El pasado jueves se registraron disturbios entre la policía y los manifestantes en las inmediaciones del estadio de Salvador, horas antes del partido Uruguay-Nigeria.
Los aficionados brasileños, vestidos en su mayoría con las camisetas amarillas de la selección, llegaron hoy sin problemas al estadio, para lo que tuvieron que pasar varios retenes policiales montados en numerosos puntos en un perímetro de tres kilómetros alrededor del Fonte Nova.
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