Los pescadores australianos de balones contra las individualidades neozelandesas

  • Nueva Zelanda y Australia adoptarán un plan de juego realista en la final del Mundial, el sábado en Twickenham, pero cada bando dispone de una baza: las individualidades en los All Blacks y los 'pescadores' de balones en los breakdowns de los Wallabies.

Los dos equipos adoptarán un plan de juego bastante similar, basado en la ocupación del campo rival, con el juego de pie. La regla es simple: se juega en el terreno del contrario en los lines y en los scrums.

All Blacks y Wallabies adoptaron esta táctica muy realista en semifinales, respectivamente frente a Sudáfrica (20-18) y Argentina (29-15).

Los dos equipos tienen una gran capacidad de jugar a la contra, en los balones recuperados al rival.

Contrariamente a los Springboks y a los Pumas, sus rivales en semifinales, All Blacks y Wallabies consideran lines y srums como simples rampas de lanzamiento a su juego.

A priori, ninguno de los dos equipos deberían poner el acento en el scrum, aunque los Wallabies, dominadores en la primera fase (Inglaterra, Gales), tuvieron dificultades en este sector en cuartos de final (frente a Escocia), y en semifinales (contra Argentina).

El regreso del pilar Scott Sio debería aportar un poco más de estabilidad al pack de los Wallabies.

El juego en el suelo puede ser la clave de este partido. Los dos equipos se nutren de balones de recuperación en los breakdowns, que permiten hacer valer su juego rápido en una defensa rival desorganizada.

También se anuncia una gran batalla en los scrums abiertos (rucks) para ralentizar las acciones del rival o contar con munición suplementaria.

En este campo, los australianos pueden contar con su dúo de "pescadores" en los breakdowns y rucks David Pocock y Michael Hooper, dos maestros en ese ejercicio.

Ya fueron muy eficaces frente a Inglaterra (33-13) en la primera fase, y después contra Argentina en semifinales.

Los neozelandeses deberán imperativamente alejarlos de esas zonas de contacto, con fuertes tackles frontales, para poder desarrollar su juego.

Los All Blacks pueden contar para ellos con buenos especialistas, como el capitán Richie McCaw y el número ocho Kieran Read.

Frente a Inglaterra (33-13) y Gales (15-6) en la primera fase, y después contra Argentina (29-15) en semifinales, la defensa de los Wallabies, encajó un solo try en tres partidos (240 minutos), dando garantías de robustez y confianza. El menor error, un pequeño espacio dejado al rival es tapado por un compañero.

En cambio, los australianos recibieron tres tries frente a Escocia (35-34) en cuartos de final.

¿Cuál de esas dos caras de Australia se verá frente a los All Blacks? ¿Será capaz de cerrar el paso a las estrellas neozelandesas?

Los All Blacks han recibido solo cuatro tries desde el inicio de competición, mostrando gran seguridad atrás.

Las individualidades son sin duda la gran fuerza de los All Blacks, con un elenco de jugadores de clase mundial, y muy experimentados, entre ellos el capitán Richie McCaw (147 partidos internacionales), el apertura Dan Carter (111) y los centros Ma'a Nonu (102) y Conrad Smith (93).

Su experiencia fue importante frente a los Springboks en semifinales. Y todos sueñan con un segundo título mundial antes de su retiro internacional.

Pero los All Blacks pueden contar también con el segunda línea Brodie Retallick, el número ocho Kieran Read, el wing Julian Savea y el fullback Ben Smith, que son capaces ellos solos de decidir un partido.

En los Wallabies, el apertura Bernard Foley, el centro Matt Giteau, el wing Drew Mitchell y el fullback Israel Folau también son capaces de una acción individual decisiva.

pga/psr/jt

Mostrar comentarios