Lucas Eguibar y la tragedia familiar que forjó a un campeón del mundo

    • El campeón del mundo de snowboardcross dejó el deporte cuando su hermano Nicolás se quedó en coma. "Los médicos decían que igual no pasaba de una noche", afirma.   
    • El luchador Nicolás se recuperó poco a poco y en 2015 Lucas se proclamó campeón del mundo inspirándose en él. El cortometraje 'Gigantes Paralelos' entrelaza sus historias. 
Lucas Eguibar y la tragedia familiar que forjó a un campeón del mundo / AFP.
Lucas Eguibar y la tragedia familiar que forjó a un campeón del mundo / AFP.
Diego Mariño

Ser campeón del mundo no es una hazaña simple, y mucho menos conseguirlo en una disciplina en la que nadie lo había hecho antes en España. Lucas Eguibar (San Sebastián, 1994) se proclamó el pasado marzo campeón del mundo de snowboardcross, una modalidad de snowboard de carreras, pero una desgracia familiar estuvo a punto de truncar su futuro profesional."Fue un palo muy duro. Dejé el deporte de lado por un tiempo", afirma Lucas en relación al accidente de motocicleta que dejó a su hermano Nicolás (San Sebastián, 1991) en coma durante dos meses en 2013. Sin embargo, Nicolás no es de esos que "dejan de luchar", sino de los que "superan los límites" como cuenta en el premiado cortometraje 'Gigantes Paralelos', que entrelaza las historias de los dos hermanos. Una superación en la que se inspiró Lucas para triunfarsobre la nieve con la voz motivacional de Nicolás alentándole.Lucas Eguibar y Nicolás Eguibar comenzaron su andadura sobre la nieve desde muy pequeños. La pasión por el esquí les venía "de familia" y cuando crecieron probaron el snowboard. "Con quince años fui al campeonato de España y probé todas las modalidades, y el boardcross fue la que mejor se me dio", explica Lucas Eguibar a lainformacion.com.La modalidad de boardcross de snowboard consiste en carreras de seis o cuatro deportistas en las que hay obstáculos, saltos y cubos con peralte. El objetivo es llegar el primero y normalmente en las pruebas de la Copa del Mundo se disputa una ronda de clasificación y después eliminatorias desde los octavos de final.

"En nuestro país no hay circuitos adecuados y entonces la gente se prepara como puede para el Campeonato de España", afirma Lucas, que se considera un privilegiado de poder vivir de un deporte que depende de los resultados. "Cobramos en función de lo que consigamos. Es mejor verlo como una motivación, aunque si te lesionas no tienes ningún tipo de ayuda", añade.La destreza de un joven que visitaba la estación de Candanchú no pasó desapercibida para el equipo nacional que le enroló en sus filas y de ahí dio el salto al profesionalismo, en un camino en el que se encontraría muchas trabas.Entre el 7 y 23 de febrero de 2014 tendrían lugar en Sochi (Rusia) los Juegos Olímpicos de Invierno, la cita más importante para un Lucas campeón junior de snowboardcross por aquel entonces. Su rutina diaria de trabajo en el gimnasio y las escapadas esporádicas a la nieve iban sobre lo planeado, pero en el otoño de 2013 un fatal accidente tocó de lleno a la familia Eguibar.Fue en las inmediaciones de su casa, en una curva conocida donde Nicolás Eguibar en su motocicleta se topó con un vehículo. Con una hemorragia intracraneal, el mayor de los hermanos Eguibar (primero por la izquierda en la fotografía) cayó en coma. "Fue un palo muy duro. Dejé el deporte de lado por un tiempo", afirma Lucas.Los médicos no fueron halagüeños con el futuro de Nicolás. Estaba "muy mal", y en un principio indicaron que "igual no podría durar ni una noche", pero Nicolás es un gran deportista y un gran luchador que tras 45 días en coma comenzó un proceso de recuperación en el que incluso acortó los plazos, de dos años a uno en la clínica. Este espíritu fue clave para la motivación de Lucas."Cuando veía a mi hermano tan mal, simplemente no tenía ganas de nada. Una vez que se iba recuperando, el hecho de verle ir a mejor, eso a mí me animaba mucho y volví a tener la cabeza centrada en los Juegos Olímpicos", señala el primer campeón del mundo español de snowboardcross.Séptimo en Sochi, Lucas siguió compitiendo hasta conseguir su mayor hazaña en marzo de 2015, proclamándose campeón del mundo."Nunca pensé que llegaría tan alto. Nico fue importantísimo en este título. Es una persona con ciertos problemas en la vida diaria, pero eso no le impide levantarse cada día con una sonrisa y hacer reír a todos los demás. Que cada día luche para seguir adelante es una motivación para mí", manifiesta Lucas. Su hazaña deportiva y la historia de superación de su hermano ya no pasarían desapercibidas.'Gigantes Paralelos' o como no rendirse jamás"Hay momentos en los que la vida te pone a prueba (...).La mayoría dejan de luchar y abandonan sus sueños. Empiezan a morir por dentro.Luego están los luchadores. Aquellos que no encuentran límites, que lo arriesgan todo", recita Nicolás Eguibar en el cortometraje 'Gigantes Paralelos'.

El año pasado, Lucas Eguibar quería hacer un vídeo promocional propio para presentárselo a algunas marcas, pero su amigo y director del vídeo,Lucas Sáez, tuvo una idea mejor: entrelazar la historia deportiva de Lucas y la hazaña personal de Nicolás.El resultado, un vídeo motivacional en el que Nicolás explica que en la vida el camino "está lleno de piedras", pero que hay que "apostarlo todo" para hacer nuestros sueños "realidad".El éxito deportivo y la superación de una desgracia inesperada, dos sueños por los que Lucas y Nicolás Eguibar siguen luchando. "Diferentes batallas, pero un mismo fin. Hermano, esto no ha hecho más que empezar".

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