Luis Enrique, décimo entrenador de la "era Carlos Mouriño" en el Celta

  • El exfutbolista Luis Enrique se ha convertido en el décimo entrenador de la "era Carlos Mouriño" al frente del Celta de Vigo, tras anunciar este mediodía el club gallego que ha llegado a un acuerdo con Abel Resino para rescindir el contrato que unía a ambas partes hasta el 30 de junio de 2014.

Vigo, 8 Jun.- El exfutbolista Luis Enrique se ha convertido en el décimo entrenador de la "era Carlos Mouriño" al frente del Celta de Vigo, tras anunciar este mediodía el club gallego que ha llegado a un acuerdo con Abel Resino para rescindir el contrato que unía a ambas partes hasta el 30 de junio de 2014.

Mouriño accedió a la presidencia del Celta el 16 de junio de 2006, después de alcanzar un acuerdo con el entonces presidente, Horacio Gómez, para comprarle sus acciones y convertirse así en el máximo accionista de la entidad.

Por aquel entonces Fernando Vázquez era el técnico del Celta, aunque Mouriño no tardó en destituirlo a pesar de que el entrenador gallego había devuelto al club a Primera División en su primera campaña en el banquillo de Balaídos y en la segunda lo había clasificado para la Copa de la UEFA.

Su deseo de que el Celta estuviese estructurado bajo el "modelo inglés", donde el entrenador acapara más funciones que la de dirigir a la plantilla, llevó al nuevo presidente a apostar por un ex futbolista: el búlgaro Hristo Stoichkov.

Pero el exjugador del Barcelona no pudo evitar el descenso de categoría y, a pesar de que empezó la siguiente temporada (2007-08) en Balaídos, su aventura en Vigo no duró demasiado. Era el segundo cese de Mouriño en menos de un año; no fue el último.

Y es que con la marcha del búlgaro, el Celta inició una etapa de continuos vaivenes. Esa misma temporada López Caro, Antonio López y Alejandro Menéndez también dirigieron al equipo en la categoría de plata. Tampoco tuvieron continuidad.

Pepe Murcia asumió entonces el reto de ascender al Celta pero en marzo de 2009 fue destituido, dejando paso a Eusebio Sacristán, quien también perdió la confianza de Carlos Mouriño un año después a pesar de su fuerte apuesta por los jugadores de la cantera.

Llegó entonces Paco Herrera, un técnico veterano que no tardó en ganarse el cariño del celtismo. En su primera campaña en Balaídos, el técnico extremeño rozó el ascenso a la elite -el Celta perdió la primera eliminatoria por el ascenso frente al Granada en la tanda de penaltis-.

Un éxito que sí conseguiría la temporada siguiente de manera directa, después de una dura pelea con el Real Valladolid por el segundo puesto de la liga Adelante. Carlos Mouriño parecía haber encontrado a su entrenador. Le ofreció públicamente la renovación.

El dirigente aseguró que Herrera continuaría en Vigo, si así lo deseaba, aunque el equipo acabase descendiendo, aunque el presidente no tardó en cambiar de opinión. El pasado mes de febrero lo cesó con una llamada telefónica desde Madrid, a donde se había desplazado para cerrar el fichaje de Abel Resino.

El ex portero del Atlético de Madrid firmó por lo que faltaba de temporada y una campaña más. Su experiencia en asumir retos complicados era su mejor aval -había salvado al Levante y el Granada en las últimas jornadas-. Su misión era la misma: eludir el descenso.

Un objetivo que el entrenador toledano conquistó en la última jornada, después de que su equipo ganase al Espanyol y favorecido por el tropiezo del Deportivo ante la Real Sociedad.

Su continuidad parecía segura a pesar de que su estilo de juego no acababa de calar entre el celtismo. Antes de iniciar sus vacaciones desveló cuáles eran sus planes de futuro en el Celta. Qué puestos había que reforzar.

Pero ese trabajo ya no lo hará él. Su estancia en Vigo apenas ha durado cuatro meses. Es el turno de Luis Enrique, ex entrenador del Barcelona B y la A. S. Roma. El asturiano, que se ha comprometido con el Celta para las dos próximas temporadas, es el décimo entrenador de la "era Mouriño".

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