Dicen que los árbitros que pitan en Champions League son de alto nivel. Esta noche en Old Trafford, en el partido entre el Manchester y el Real Madrid, ha quedado claro que no es así.
Cuneyt Cakir podía haberse cargado el partido, ¿cómo? En dos acciones claves:
Minuto 59, Sergio Ramos sacaba el saque de esquina y Kaká se adelantaba al remate hasta que Rafael cortaba la trayectoria del balón con el codo. El árbitro turco se hacía el sueco y no veía nada.
Tres minutos antes, en el 56, había expulsado a Nani por una entrada con los tacos al pecho de Arbeloa (roja rigurosa, que se podía haber quedado en amarilla). Ferguson bajaba al césped enloquecido señalando con el dedo índice al cuarto árbitro, gritando airadamente, ¿influyó en la decisión de Cuneyt Cakir?
A partir de ese momento Ferguson no paró de increpar al árbitro, le sirvió de poco porque Khedira también cortaba con la mano el balón dentro del área y sacó la amarilla a Carrick por protestar.
El árbitro perdonó la segunda amarilla a Carrick, prefirió no ver el agarrón a Kaká, dejar al Manchester United con dos hombres menos hubiera sido demasiado para el turco.
Perdonó un posible penalti de Sergio Ramos en el descuento por derribar a Evra.
Cuneyt Cakir es de esos árbitros que pasarán a la lista negra de Mourinho y de Sir Alex Ferguson. Terminó aplaudido por los jugadores del Manchester...
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