Medunjanin: "Es un partido con mucha presión para nosotros"

  • El bosnio Haris Medunjanin, centrocampista del Deportivo, ha admitido este domingo que el equipo coruñés, penúltimo clasificado de la Liga BBVA, afronta presionado el encuentro de este lunes ante el Elche, colista, por la necesidad que tiene de ganar.

La Coruña, 14 dic.- El bosnio Haris Medunjanin, centrocampista del Deportivo, ha admitido este domingo que el equipo coruñés, penúltimo clasificado de la Liga BBVA, afronta presionado el encuentro de este lunes ante el Elche, colista, por la necesidad que tiene de ganar.

"Siempre entramos en los partidos para ganar, pero en el último no nos salió, no marcamos gol y por eso estamos un poco jodidos. Este es un partido con mucha presión para nosotros", declaró en una conferencia de prensa.

Medunjanin pronosticó que "si las cosas" no le "salen" al Deportivo ante el Elche y el rival se adelanta, "está claro que la afición va a pitar" al equipo, pero pidió al deportivismo que esté con los jugadores.

En la anterior jornada, ante el Málaga, el Deportivo falló ocasiones claras de gol, entre ellas, un penalti que lanzó el portugués Cavaleiro.

"Yo quería tirar pero vi que Cavaleiro estaba con confianza y quería tirar y no quería pelear en ese momento porque era un partido importante para nosotros. Todos tiramos los penaltis, yo lo fallé en un partido también y no pasa nada", expuso.

Medunjanin hizo autocrítica, afirmó que entendía que el técnico le mandara al banquillo a los "sesenta minutos" del partido ante el Málaga y admitió que está "mal" y que le "duele" la situación.

"No es un problema físico porque me siento bien en los entrenamientos. Es un poco mentalmente", aclaró el futbolista, quien, no obstante, se siente "con fuerzas", como el equipo, para "sacar adelante" la situación.

En este sentido, aseguró que si no estuviera "bien, le diría al entrenador que le mandara "al banquillo".

Al técnico, Víctor Fernández, que podría ser destituido en caso de derrota, le ha visto "con mucha ilusión" y afirmó que, si el equipo no gana, "es presión para todos, no solo para el entrenador".

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