Mourinho sigue haciendo "amigos" en la banda

Mourinho ha conseguido en menos de una semana la enemistad de dos compañeros de profesión. El pasado martes, contra el Espanyol, se las tuvo tiesas con el banquillo periquito. Antes las protestas de los catalanes por una falta, el técnico portugués se dirigió a ellos y les hizo un gesto de que se callasen. La sangre no llegó al río e incluso Mauricio Pochettino reconoció que el luso se había disculpado al final del encuentro.

En el Ciutat de Valencia también fue protagonista por algo similar. Mourinho se encaró con Asier Del Horno por, supuestamente, fingir una falta e intentar la expulsión de Cristiano Ronaldo. El portugués acabó discutiendo con el banquillo local, como ya hiciese en el Santiago Bernabéu ante el Espanyol. Uno de los futbolistas levantinos dijo a los micrófonos que "Mourinho provoca a todos y debería callarse".

Pero el entrenador del Real Madrid es un habitual en este tipo de polémicas. La pasada temporada, en el Camp Nou, en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, también se dirigió un par de veces a Guardiola y al resto del banquillo, aunque el culé evitó la confrontación.

Una de las imágenes que pasarán a la historia es cuando Pep le daba instrucciones a Ibrahimovic y aparecía en escena Mourinho para decirle algo al oído. Guardiola no daba crédito. Es precisamente el entrenador azulgrana uno de los receptores de mensajes en las ruedas de prensa del portugués, pero Pep evita entrar al trapo siempre. ¿Caerá algún día en las provocaciones?