Nadal reina en Roma tras ganar la batalla psicológica a Djokovic... con un poco de ayuda

  • El español Rafa Nadal ha conquistado el Masters 1000 de Roma por sexta vez después de vencer al serbio Novak Djkovic en la final aplazada al lunes por la lluvia. El marcador fue 7-5 y 6-3. El partido cayó del lado del español a partir del desquiciamiento del número 1 del mundo por una bola que entró pero le dieron como mala.

Nadal no se cansa de correr
Nadal no se cansa de correr

Décimo juego del primer set. 5-4 para Novak Djokovic. 30-30 en el marcador y saca Rafa Nadal. Tras un intercambio de golpes que domina el serbio, un linier canta como mala una bola que dio en la línea. "¿¡Cómo!?", parecía preguntarse y exclamar al mismo tiempo el serbio con las manos echadas a la cabeza. El juez de silla rectificó el error del linier, pero el daño estaba hecho. De ponerse con bola de set, Nole pasó a desquiciarse y a perder la primera manga 5-7. Hasta dos raquetas rompió Djokovic, que no paraba de jurar en arameo.

Desde ese momento hubo otro jugador en la pista. El Djokovic de la primera hora de partido se mostraba seguro con su saque y daba muchos problemas a Nadal con el suyo. Sufrió un break en el quinto juego y devolvió el empate al marcador en el siguiente al romper el saque de Rafa. El partido estaba muy igualado, pero parecía decantarse del lado del número 1. Hasta la cantada del linier. Ahí, el doctor Jekyll se convirtió en Mr Hyde.

Djokovic sufrió una regresión. Volvió a los tiempos en los que perdía la paciencia y sin ella los partidos, volvió a los tiempos en los que se jugaba todos los golpes a cara o cruz. Gritos, golpes a sí mismo con la raqueta. Nadal, mientras, a lo suyo. Notó la debilidad de su rival y como los grandes depredadores fue a hacer más sangre... deportivamente hablando. Empezó a sacar su mejor tenis y a bailar al serbio por la pista.

En el segundo set, Nadal rompió el servicio con rapidez a Djokovic y a partir de ahí jugó con el marcador. Nole falló varias bolas fáciles y perdonó varios puntos de break mientras que el español no fallaba cuando le tocaba amarrar los juegos. Desplegó un gran tenis y con un globo increíble se puso 3-5 y ahí dejó el partido visto para sentencia.

Nadal se coronó emperador otra vez en Roma (¡ya van seis!) y recuperó el número 2 de la ATP. Djokovic se volvió a casa con varias raquetas menos y un enfado considerable con un linier que le dijo que "¡la bola no entró!".

Sigue @jorgekosky

Jorge Ramírez Orsikowsky
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