Neymar solventa con personalidad el momento más crucial de su carrera

Brasil se salva en los penaltis. La selección anfitriona se clasifica para los cuartos de final con muchos apuros (físicos, técnicos y tácticos) y la sensación de que no es favorita para lograr este trofeo. Chile fue superior en muchas fases del partido, sobre todo en la segunda parte, y rozó la proeza hasta el último minuto de la prórroga cuando el delantero chileno Pinilla estrelló, en el minuto 119, un balón en el larguero de la portería de Julio César. La fortuna estuvo del lado del equipo brasileño, que le permitió jugarse su pase a los cuartos en los lanzamientos de penalti. El protagonista final de este duelo fue el defensa chileno Jara. Metió el gol en la portería de Claudio Bravo en un lanzamiento de córner en el que pugnó con David Luiz, al inicio del encuentro, y erró el último disparo de penalti, que envió al poste.

Chile se puede ir del Mundial con la cabeza alta y Brasil no está para presumir de fútbol ni creerse favorita. Por momentos pareció una ruina. Muchas cosas tiene que mejorar para aspirar a su sexto título. En la primera parte aguantó la presión asfixiante de los chilenos y poco más. Alexis empató aprovechando un error defensivo en un saque de banda. No tiene un plan de juego. Los laterales Marcelo y Dani Alves, algo extraño en ellos, no suben con tanta continuidad como en sus equipos. Juegan sin riesgo. El centro del campo está huérfano de talento creativo. Luiz Gustavo, Fernandinho, Ramires, Paulinho, incluso Óscar recurren al pelotazo. Willian tampoco tiene fantasía. Juegan a enviarle la pelota a Neymar y que se le ocurra algo diferente que pueda desequilibrar el partido. Arriba no hay pólvora. Fred es un delantero inofensivo. Hulk busca explotar su cañón y Jo es otro futbolista del montón.

Neymar se pegó en la primera parte con los chilenos, llegó a situaciones de gol, pero le faltó efectividad. Lo tiene que intentar todo en solitario y el desgaste de la competición le empieza a pasar factura. En la segunda parte se vino abajo. Desapareció y su selección se fue atrás. Chile fue mejor y tuvo a Brasil en la lona. Julio César, decisivo, evitó un gol en una jugada clara de Aranguriz. Luego respondió Claudio Bravo, también clave, con una buena intervención a Hulk. Poco fútbol, mucho miedo y a los penaltis.

Neymar no falló el suyo y sigue vivo su sueño de ser campeón del mundo con 22 años. Su lanzamiento desde la pena máxima fue magistral. No le pudo la presión, fue al punto de penalti con la mueca del pistolero que tiene decidido que se va a cargar a su enemigo y clavó el balón con una seguridad sorprendente. Es el único que está haciendo méritos. Le ayudó su portero Julio César.