No olímpico a Múnich, un ejemplo de democracia directa contra grandes eventos

  • La victoria del no a la candidatura de Múnich a las Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, en el referéndum celebrado ayer en las localidades implicadas, se interpretaba hoy en Alemania como expresión del creciente rechazo popular a los grandes eventos y, a la vez, del descrédito del COI.

Berlín, 11 nov.- La victoria del no a la candidatura de Múnich a las Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, en el referéndum celebrado ayer en las localidades implicadas, se interpretaba hoy en Alemania como expresión del creciente rechazo popular a los grandes eventos y, a la vez, del descrédito del COI.

"El gobierno alemán lamenta el no a los Juegos Olímpicos. Pero está claro que no puede organizarse algo así contra la voluntad popular", afirmó hoy el portavoz del ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, responsable de Deportes en el equipo de Angela Merkel.

El rechazo a los JJOO de Invierno de 2022 no implica un "no general a celebrar Juegos en Alemania", añadió esa fuente, saliendo al paso a las dudas sobre la viabilidad de posibles futuras candidaturas en territorio alemán.

La reacción del gobierno respondió a la negativa expresada ayer en las urnas por los ciudadanos de Múnich, Garmisch-Partenkirchen, Traunstein y la región de Berchtesgadener, en una consulta que se saldó con victoria de una iniciativa ciudadana, frente al oficialismo que respaldaba la candidatura.

Los opositores lograron el apoyo de casi un 52 % de los votos contra una candidatura que había sido respaldada en bloque por el Comité Olímpico Alemán (DOSB), los poderes locales de las cuatro poblaciones -incluida la capital- y el gobierno regional de Baviera.

La bofetada fue especialmente sonora para el alcalde de Múnich, el socialdemócrata Christian Ude, con veinte años en el cargo, pero también para todo el ámbito deportivo que apoyaba el proyecto e, indirectamente, para el alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) desde septiembre.

Desde la oficina del COI se declinó hoy hacer comentario alguno al respecto, mientras que la iniciativa del "NO-Olympia", impulsora del referéndum, atribuía su victoria a la desconfianza creciente hacia la cúpula del olimpismo.

"No es un no al deporte, sino al COI", apuntó Hartmann Ludwig, representante de la iniciativa.

Su opinión fue compartida también por el partido Los Verdes, asimismo impulsores de la consulta por los supuestos daños medioambientales que acarrearía la celebración de los Juegos.

"No vamos a tratar de saltarnos el voto popular por la puerta de atrás. Creo que es expresión del escepticismo general contra los grandes eventos deportivos", argumentó el director general del Comité Olímpico Alemán (DOSB), Michael Vesper.

La victoria del no deja definitivamente muerta la candidatura de Múnich, última ciudad en Alemania que acogió unos JJOO -en 1972, marcados por el dramático secuestro de la delegación israelí por el comando "Septiembre Negro"-, y tiene lugar después de la derrota de Berlín como candidata a organizar los de 2000.

Este referéndum da alas además a las múltiples iniciativas existentes para reforzar las consultas populares, exponentes de democracia directa que a menudo fracasan por no alcanzar el mínimo necesario de participación ciudadana.

Dos semanas atrás, no prosperó en Berlín una iniciativa para obligar al gobierno de la ciudad-estado a comprar las redes de distribución de electricidad y de gas.

Pese a que la inmensa mayoría de quienes se acercaron a votar lo hicieron a favor de esa propuesta, no se alcanzó el mínimo del 29,1 % del censo necesario para que saliera adelante.

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