Oriol Riera, Sergio Ramos, Neymar, Diego Costa y Esteban

Roberto Morales

Madrid, 15 dic.-

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-- ORIOL RIERA.

De los trece goles marcados por Osasuna en la Liga BBVA esta temporada, más de la mitad llevan su firma. Oriol Riera aterrizó en Pamplona con la difícil tarea de hacer olvidar a Kike Solá y en las quince jornadas que ha participado ya firma siete dianas. Aquel chaval que debutó con el Barça en un partido de Copa del Rey siendo menor de edad, ya se ha hecho un hombre.

Es la referencia ofensiva de un equipo con el que marcar tiene más mérito. Oriol, 'producto' de La Masía, y compañero de habitación de Lionel Messi en la cantera barcelonista, explotó en Alcorcón la pasada temporada, con 18 tantos, y no se ha amilanado en el salto a la elite. Al Real Madrid le castigó con dureza. Dos testarazos marcaron sus errores defensivos y dieron un punto a un Osasuna que muestra su mejor cara en El Sadar ante los grandes y sufre frente a los equipos de su Liga.

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-- SERGIO RAMOS.

Alejado de su mejor versión y ya marcado como el jugador más expulsado de la historia del Real Madrid, Sergio Ramos ha comenzado a escuchar críticas dentro del madridismo. Y no se rebajan ni cuando lleva razón al sentirse señalado por un colegiado que le muestra cartulina amarilla por no tocar al rival y le expulsa por soltar un brazo sin intención de golpear.

Ramos se marchó hundido de El Sadar. Su decimoctava expulsión como madridista llegó en un momento delicado, cuando un capitán debe estar en el campo para tirar de su equipo. El Real Madrid perdía 2-0 tras perdonar lo que nunca falla y errar en defensa ante la efectividad de Osasuna. Desde el pulso con José Mourinho, un sector de la afición señaló al defensa andaluz. Le pasan factura en cada error, en cada exceso de confianza. Es más exigido que Pepe o Raphael Varane. Sergio lo sabe y tira de casta para salir de su mal momento. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

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-- NEYMAR.

Pocos podrían imaginar que el Barcelona no echaría de menos a Lionel Messi en un encuentro de la exigencia del Villarreal. El culpable tiene nombre. Es Neymar, que ha pasado de no marcar en cinco jornadas a firmar cinco tantos en los dos últimos partidos, un triplete en Liga de Campeones y los dos goles del triunfo liguero en un Camp Nou que ya le rinde pleitesía.

Se lo ha ganado por su comportamiento, humilde ante la figura de Messi, y en el terreno de juego. Neymar no ha sido el futbolista egoísta que muchos presuponían. Generoso con sus compañeros antes de encontrar el camino correcto hacia el gol cuando la ausencia de la estrella argentina le ha permitido aparecer por la zona de media punta, más centrado, que es donde más cómodo se encuentra y daña al rival. Sus apariciones siempre dejan algún destello de calidad y generan peligro. Su adaptación al fútbol español, tan distinto al brasileño, ha sido rápido. Tanto que asume con naturalidad echarse a todo un Barcelona a sus espaldas y mantenerlo en lo más alto.

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-- DIEGO COSTA.

Se acaban los calificativos para un devorador del gol que destroza los registros de su carrera en una temporada tan brutal que permite al Atlético de Madrid dar el salto de calidad para competir por el título con Barcelona y Real Madrid. Aunque ellos no lo digan por orden del 'Cholo' Simeone, es la realidad. Son firmes candidatos. Porque tienen a Diego Costa.

Al goleador capaz de igualar a Cristiano Ronaldo. A un jugador que extiende en el terreno de juego la mentalidad ganadora de su entrenador. Un luchador que siempre va a la guerra y nunca se da por satisfecho. Su hambre de éxito guía a un equipo capaz de todo al que nadie quiere enfrentarse. En una Liga de dos aparece la tercera vía. En un mundo futbolístico rendido a dos cracks, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, se reivindica una estrella que asombra al fútbol español.

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-- ESTEBAN SUÁREZ.

Me llamo Esteban Andrés Suarez 38 años, dice el portero asturiano cansado de escuchar que es el 'abuelo' de la Liga. "Como mucho seré el padre por mis dos hijos", bromea con la felicidad de vivir una segunda juventud, indiscutible en la portería de la UD Almería y dejando actuaciones que muestran la longevidad de su demarcación cuando uno es un buen profesional en su larga carrera.

Esteban fue el gran protagonista del empate sin goles del Almería ante el Espanyol. Salvó un punto para su equipo con paradas de todos los colores. Líder de un equipo joven, que va a sufrir para salvar la categoría tras su regreso a la elite y que marca su vida año a año. Tras recoger el premio a mejor portero de la pasada campaña de la Liga Adelante hace unos días en la gala de la LFP, dejó un mensaje a su directiva. Su deseo es seguir en la elite pero sabe que el fin se acerca. Una experiencia en el extranjero le gustaría como broche, aunque en su mente siempre está cerrar el círculo donde se abrió, en el Real Oviedo de su corazón.