El piloto de Red Bull no había dejado de mostrar su eterna sonrisa desde que pisó el circuito de Yas Marina, y la lució como pocas veces el sábado tras lograr su decimocuarta pole. Pero se le borró de un plumazo al salirse por un pinchazo. Un hecho inusual, algo nunca visto esta temporada.
El ya campeón del Mundial de pilotos se dirigió a su garaje para intentar reparar el pinchazo y los daños derivados, pero no fue posible. Nada más llegar, sus mecánicos vieron que los desperfectos eran demasiado graves, y por primera vez esta temporada, se bajó de su monoplaza antes de ver la bandera a cuadros.
Tan excepcional fue este hecho, tan extraordinario es para el 'circo' de la Fórmula 1 que el germano abandone que hubo una sensación de melancolía y estupefacción. Helmut Marco, uno de los asesores de Red Bull, de los peces gordos, se despreocupó de la carrera (en la que seguía compitiendo otro piloto de la escudería como Mark Webber) para analizar el incidente con el propio Vettel en una pantalla de televisión.
Muy significativa fue también la visita de Bernie Ecclestone, el mandamás de la Fórmula 1, al box de Red Bull para animar al alemán… o para darle las gracias, ya que su retirada propicio uno de los grandes premios más divertidos de 2011.
Aunque no sirva para nada, muchos de los seguidores de Alonso se sintieron un poco más de aliviados. En su edición del año pasado, el asturiano vio como el título se iba a las manos de Vettel por su incapacidad de adelantar a Petrov. Esta temporada sólo estaba el triunfo en juego, y se lo llevó Hamilton porque el McLaren fue mejor.
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