Quincuagésimo combate feliz para Simeone

  • Diego Pablo Simeone cumplió, ante el Hapoel de Tel Aviv, su quincuagésimo partido como entrenador del Atlético de Madrid a un ritmo y con unos resultados incontestables que han transformado el ánimo de un club y de una afición acostumbrada no hace mucho a caer en depresión en vísperas de cada Navidad.

Jenaro Lorente

Madrid, 22 nov.- Diego Pablo Simeone cumplió, ante el Hapoel de Tel Aviv, su quincuagésimo partido como entrenador del Atlético de Madrid a un ritmo y con unos resultados incontestables que han transformado el ánimo de un club y de una afición acostumbrada no hace mucho a caer en depresión en vísperas de cada Navidad.

Ahora no es así, porque el "Cholo" está haciendo historia como técnico rojiblanco. Sigue haciendo añicos los registros. Tras derrotar al débil Hapoel israelí, acumula treinta y cinco victorias, ocho empates y siete derrotas. Y dos de los triunfos supusieron los mismos títulos europeos, obtenidos de forma brillante, ante el Athletic de Bilbao (3-0) en la final de la Europa League, y ante el Chelsea en la de la Supercopa de Europa (4-1).

Tan sólo Mallorca, Levante, Zaragoza, Barcelona y Real Madrid consiguieron doblegar al Atlético de Simeone el curso pasado, y Valencia y Académica de Coimbra portugués lo han hecho éste.

Además, con el Cholo, el Atlético se convirtió en el conjunto europeo que más victorias seguidas ha encadenado en competición continental, con 16, dejando atrás los once de Barcelona y Ajax de Amsterdam, que acaparaban el anterior récord. Y también pulverizó los números de Tomislav Ivic, que enlazó veinte partidos sin conocer la derrota. Simeone alcanzó los 23.

Ante el Hapoel, el entrenador volvió a sus habituales rotaciones y los suplentes cubrieron el expediente en una noche fría y con poco público en la grada. La victoria clasifica al Atlético matemáticamente para los dieciseisavos de final de la competición, aunque queda a expensas de dilucidar el primer puesto del grupo en el último partido, a domicilio, ante el Viktoria Plzen checo.

La anécdota de un partido sin historia la protagonizó el ghanés John Paintsil. Al defensa, fichado por el Hapoel está temporada, le dio por pegar una patada al mítico ramo de flores que cada partido luce al lado de uno de los banderines de córner del fondo sur en homenaje al serbio Milinko Pantic, uno de los héroes del doblete del 96.

Al lateral le estorbaba el ramillete cuando se disponía a efectuar un saque de banda mediada la primera mitad y se lo sacó de en medio de cualquier forma. No sabe lo que hizo. La pitada cada vez que tocaba el esférico después y hasta el final del partido fue escandalosa. Seguro que se habrá preguntado por qué. Alguien se lo explicará.

Sin duda, lo mejor del Atlético ante el Hapoel fueron los tres puntos y la cifra redonda firmada por su entrenador. Los números le han encumbrado, pero también su estilo, su carácter, ese que le llevó a ser el ídolo de la hinchada en su etapa como jugador. El argentino suma y sigue cada jornada. Dentro de dos le espera un reto apasionante: El derbi ante el Real Madrid. Y si logra romper una larga sequía se habrá ganado, definitivamente, a todos los atléticos.

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