Real Madrid 2-0 Celta: triunfo blanco con un 'churrigol' y un penalti el día que los jugones se divierten

    • Victoria clara (2-0) del Real Madrid ante el Celta en un partido en el que Mourinho apostó por un centro del campo de toque que produjo fútbol bonito y goles 'feos'.
    • El primero fue un centro de Higuaín que se envenenó y acabó dentro de la portería viguesa y el segundo un lanzamiento de penalti de Cristiano Ronaldo.

Cómoda victoria del Real Madrid ante el Celta de Vigo (2-0) en un partido en el que los blancos dejaron muchos detalles de calidad, pero en el que al final los dos goles que lograron, pocos para la apuesta ofensiva, fueron un 'churrigol' y un lanzamiento de penalti. Paradojas del fútbol y de la vida, pero lo importante para el equipo local es que no han pinchado en un partido que tenía muchas trampas por culpa de las lesiones (el 'virus FIFA') y la poca preparación.

José Mourinho dejó dos sorpresas en el once inicial que saltó al campo ante el Celta. Una no gustó al público del Real Madrid porque el técnico portugués prefirió poner a un diestro como el ghanés Michael Essien de lateral izquierdo antes que a dos chavales como Nacho Fernández y Jorge Casado. La apuesta de Mourinho por la cantera es casi inexistente. La otra sorpresa, sin embargo, sí fue del gusto de la parroquia blanca porque el luso puso en el campo a la vez al alemán Mesut Özil, al croata Luka Modric y al brasileño Kaká.

La apuesta por los jugones fue un éxito2026 a medias. El juego del equipo en la primera parte fue bueno con preciosas combinaciones en las que sobre todo Özil y Modric pugnaron por la titularidad, con victoria final en este duelo del germano. Sin embargo, sólo marcó un gol, que fue en un centro de Gonzalo Higuaín desde la banda izquierda en el que el balón rozó en la bota de Hugo Mallo y se envenenó lo suficiente para superar a Sergio Álvarez, que también se lo comió.

Un 'churrigol' es poco bagaje para una apuesta tan ofensiva, aunque es cierto que Cristiano Ronaldo estrelló un balón en el larguero y que el luso falló un gol cantado y otros remates se fueron rozando los postes. Pero a Mourinho no se le veía tranquilo, sobre todo desde Iago Aspas puso a prueba a Iker Casillas desde lejos. Quizá por eso, a la vuelta del descanso saltó al césped el argentino Ángel Di María, otro de los jugones que faltaban, en lugar de un Kaká que realizó un encuentro discreto.

El cansancio hizo acto de aparición en la segunda parte, y con el partido roto, la calidad superior del equipo de casa se impuso. Özil fue derribado claramente en el área por Gustavo Cabral y el correspondiente penalti lo transformó en gol Cristiano con un remate ajustado al poste. A partir de entonces, el partido fue un carrusel de ocasiones en las dos áreas, sobre todo la visitante, en las que los porteros cerraron todos los ángulos a los atacantes, que por más que chutaban no marcaban. El equipo de casa pudo golear y el vigués marcar un par de goles, pero Sergio y Casillas acallaron a sus críticos con paradas de mucho mérito.

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