Real Madrid - Barcelona: el árbitro más 'clásico'

Medio mundo estará pendiente este sábado de David Fernández Borbalán. El colegiado andaluz pitará su primer 'clásico' en Liga después de haber recibido las alabanzas incluso de la UEFA por su arbitraje en el Barcelona – Real Madrid de la pasada Supercopa. Pero si hay un árbitro con experiencia en estos partidos, ése es Urizar Azpitarte.

El vizcaíno dirigió a lo largo de su carrera en Primera División quince partidos entre merengues y culés. Ocho de ellos, en el Santiago Bernabéu, de los cuales cuatro fueron partidos de Liga. El primero de ellos, en septiembre de 1984, finalizó con un abultado 0-3 para el Barça, que se aprovechó del gol en propia puerta de Ángel y luego remató la faena merced a los tantos de Archibald y Calderé. Era la primera jornada del campeonato.

A Urizar Azpitarte, como a todos los árbitros, le tocó recibir críticas. Y también recusaciones, porque en las primeras ligas de los años ochenta los equipos podían elegir qué cuatro colegiados no deseaban para pitar sus partidos. El Barcelona tenía al vasco en su lista negra, pero la lesión de un compañero le obligó a arbitrar a los culés en El Molinón en plena Copa de la Liga de 1983. Lo hizo tan bien que César Luis Menotti, entrenador blaugrana, elogió su actuación. Dos semanas más tarde dirigiría su primer 'clásico' en el Bernabéu. Juanito y Santillana contra Maradona y Carrasco. Empate a dos.

En la fase regular, arbitraría otros tres encuentros. Un tres a uno para el Real Madrid –ocho de marzo de 1986- y dos empates, los dos la temporada siguiente, en la que Urízar fue elegido 'Silbato de oro'. Ese año, el Bernabéu albergó dos 'clásicos' en la que pasó a la historia como la "Liga del play-off". Madrileños y catalanes empataron a uno en octubre y, meses más tarde, acabarían cero a cero en el todos contra todos que los seis primeros clasificados jugaron para dirimir el título.

La aportación del colegiado vasco, recordado por haber recibido el famoso pisotón del imprevisible Hristo Stoichkov, se completa con otros tres partidos dirigidos en Madrid. La histórica goleada (0-4) del Barça en la Copa de la Liga de 1986, con dos tantos de Amarilla y uno de Urbano y Salva; la victoria blanca en la ida de la Supercopa de 1988 –dos a cero, Míchel y Hugo Sánchez-. Ya en los noventa, arbitró el trofeo 'Desafío Canal +' en 1991, con victoria madridista por tres goles a uno.