Rooney, el díscolo ausente en Inglaterra

  • No estará ante España pero en Wembley nadie se olvidará de Wayne Rooney. Brillante y alocado al mismo tiempo, Inglaterra espera que la UEFA rebaje su sanción de tres partidos tras su expulsión en el último partido de clasificación para la Eurocopa.
José Martínez

Acaba de cumplir 26 años, es uno de los mejores delanteros del mundo y el único futbolista de su país que aspira a ganar este año el 'Balón de oro'. Pero, a su corta edad, Wayne Rooney es ya el jugador con más expulsiones en toda la historia de la selección inglesa, dos. El mes pasado igualó a David Beckham, hasta entonces líder en solitario de tan triste estadística.

Es el gran ausente del partido ante España. Lo será también, salvo que la UEFA rectifique, de los tres primeros partidos de la Eurocopa. En el último partido de la clasificación para el torneo de Polonia y Ucrania vio una tarjeta roja infantil, fuera de lugar, tras patear varias veces al montenegrino Miodrag Dzudovic, que, por filantropía o debido a la presión de la prensa británica, le ha escrito una carta a Michel Platini para que reconsidere el castigo.

Tras una reunión con Fabio Capello, el seleccionador inglés decidió que lo más importante para Rooney era resolver los problemas con la UEFA y le liberó de la convocatoria para los dos amistosos contra España y Suecia. Pese a que el delantero del Manchester United llegó a decir públicamente que entendería no ir convocado a la Eurocopa, el técnico italiano no ha pensado en esa opción y su misión será que llegue a la cita lo más concentrado posible.

Pero el objetivo de Capello es de una enorme dificultad. Los medios británicos focalizan multitud de titulares en Rooney. Sobre el campo, deslumbra, su movilidad vuelve locas a las defensas, su juego asociativo y su pegada pueden cambiar el curso de un partido en segundos. Por contra, el de Liverpool tiene cierta propensión a saltar con los codos abiertos y a no acatar de buen grado algunas decisiones arbitrales.

Mientras su hermano se ha labrado un futuro en Estados Unidos, Rooney llegó a la élite a una velocidad de vértigo. Revolucionó el fútbol inglés con su fulgurante aparición en la Eurocopa de 2002 con solo 16 años y desde entonces ha cargado con la presión de todo un país. Para lo bueno y para lo malo, es el corazón de Inglaterra.

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